El juez de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Arganda del Rey, en funciones de guardia de detenidos, ha ordenado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de Dilawar Hussain F.C., el ciudadano pakistaní de 42 años que se entregó la medianoche del domingo en el cuartel de la Guardia Civil confesando el triple asesinato de unos hermanos en una vivienda de Morata de Tajuña, han informado fuentes jurídicas.
El magistrado ha tomado esta decisión ante el riesgo de fuga y la posible alteración y/o destrucción de pruebas. El detenido será investigado por la supuesta comisión de tres delitos de homicidio, si bien esta calificación penal es inicial y podría modificarse según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial.
Durante de la comparecencia, el detenido ha reconocido la autoría de los hechos y se ha ratificado en lo declarado ante la Guardia Civil. Tras la decisión judicial ha sido conducido al recinto penitenciario de Estremera. En la comparecencia, el fiscal ha solicitado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por tres delitos de homicidio, han informado fuentes fiscales.
Mientras tanto, agentes pertenecientes al Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Madrid investigan si alguien ayudó a trasladar al autor confeso hasta Morata de Tajuña el día que supuestamente perpetró los asesinatos.
Los agentes han tomando declaraciones y preguntado en Arganda del Rey a varias personas para averiguar si algún compatriota o compañero del piso le trasladó en coche de esa localidad a la vecina Morata, una persona que podría ser cómplice de los homicidios, pero que no habría participado en su autoría. Incluso están comprobando por antenas de telefonía los posicionamientos de determinados móviles en el lugar del crimen.
El arrestado vivía en Arganda del Rey con otros muchos compatriotas en una casa de la avenida del Ejército número 41. Según reconoció a los agentes, sus víctimas "le habían arruinado" y no tenía "ni para comer", por lo que no contaba con vehículo para moverse.
La Guardia Civil también quiere saber de dónde sacó la garrafa de gasolina con la que supuestamente roció los cadáveres e intentó prenderles fuego tras matar a Amelia, Ángeles y Pepe. Asimismo, se afanan en descubrir cuándo se cometieron los hechos, si antes o después de la Nochebuena.
En el marco de la Operación Calvario, la Guardia Civil registró este martes durante dos horas la casa de Arganda en la que vivía el asesino confeso para recabar pruebas y encontrar arma supuestamente utilizada en los crímenes. Se trata de un martillo o un elemento contundente utilizado para golpear hasta la muerte a los tres hermanos septuagenarios, que de momento no han hallado.
Debido al estado de los cadáveres, las autopsias, que comenzaron el viernes, aún no han concluido, y continúan este miércoles en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas.
El estado de los cuerpos indica que fueron víctimas de un calvario -de ahí el nombre de la operación y el hecho de que vivían en la Travesía del Calvario-, ya que presentaban golpes, apuñalamientos y quemaduras.
En el registro el jueves de la escena del crimen en Morata los agentes hallaron una pistola de fogueo que habrían comprado los hermanos para defenderse de sus amenazas.
Además, ni las cerraduras ni las ventanas de la vivienda de Morata en la que se hallaron los cadáveres estaban forzadas, por lo que los investigadores sospechaban desde el principio que abrieron la puerta a algún conocido o este tenía las llaves.