El Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación oficio ante la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para conocer las medidas que se hayan podido adoptar para restablecer cuanto antes el funcionamiento normal de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica (UCIP) del Hospital Universitario La Paz.
En concreto, con esta actuación solicita que "se afronten las causas aducidas que han provocado esta situación y se adopten las medidas necesarias para que este servicio fundamental vuelva a funcionar con normalidad a la mayor brevedad posible", ha informado la institución.
La oficina de Ángel Gabilondo atiende así la petición de intervención formulada por los jefes de servicio y de sección de ese centro hospitalario, que han advertido sobre los riesgos que conlleva el cierre de la UCI Pediátrica, con "riesgo significativo para la adecuada atención de los pacientes debido a la ausencia de facultativos intensivistas pediátricos" en la mencionada Unidad.
En concreto, jefes de Servicio, jefes de Sección y responsables de Unidad del centro advierten en una carta conjunta que la situación derivada del cese de actividad en la Unidad está provocando una "grave afectación de los programas de trasplantes" y puede conllevar la pérdida de la condición de Centro, Servicio y Unidad de Referencia (CSUR) infantil.
El conflicto explotó hace una semana con la reincorporación del doctor Pedro de la Oliva como jefe de servicio de la UCIP, la segunda en el marco de un conflicto laboral judicializado que se arrastra desde hace años. En señal de protesta, los facultativos adjuntos que desempeñaban sus puestos en la misma se dieron de baja o renunciaron a sus contratos, de modo que desde la semana pasada, esta unidad está atendida únicamente con el citado jefe de servicio y otro facultativo.
La ausencia de personal, según cita el Defensor del Pueblo, ha obligado a la suspensión de actividades quirúrgicas, a la derivación de pacientes a otros hospitales; a la afectación del programa de trasplantes --siendo La Paz centro de referencia y único que realiza todo tipo de trasplantes pediátricos--, y dificulta el mantenimiento de la labor docente de médicos en formación, además de generar preocupación y malestar de los familiares de pacientes ingresados.
Consecuencias "más graves"
En su misiva, los jefes de Servicio, jefes de Sección y responsables de Unidad de La Paz citan como "consecuencias inmediatas más graves" de la situación el traslado de pacientes a otras Unidades de Cuidados Críticos, "generando una sobrecarga asistencial para estas unidades", la suspensión de actividades quirúrgicas, "con el consiguiente aumento inmediato de la lista de espera quirúrgica", y la derivación de pacientes a otros hospitales.
Además, indican que se ha producido una "grave afectación de los programas de trasplantes" en un hospital que es "el único capaz de garantizar una cartera de servicios completa en esta actividad". "La Paz es el único hospital que realiza todos los trasplantes pediátricos en nuestro país, y algunos de ellos son exclusivos de nuestro hospital", recalcan.
Igualmente, alertan de que se corre el riesgo de pérdida de la condición de Centro, Servicio y Unidad de Referencia (CSUR) para la UCIP, "lo cual tiene implicaciones significativas".
Entre otras consecuencias citan además la "limitación en la capacidad docente", siendo la rotación por UCIP obligatoria e imprescindible en el programa de formación MIR de Pediatría, y una dificultad añadida en la relación con pacientes, familiares y Asociaciones de Pacientes, "perjudicados por demoras, suspensiones de procesos asistenciales y retrasos o impedimentos de posibles traslados".
"Existe un riesgo significativo para la adecuada atención de nuestros pacientes pediátricos debido a la ausencia total de facultativos intensivistas pediátricos", advierten en la carta remitida a la dirección del centro, con el ruego de su traslado a la Comunidad, Defensor del Pueblo, Defensor del Menor o Fiscalía, entre otros organismos.