La crisis migratoria del Aeropuerto de Barajas se recrudece. La llegada de varios vuelos procedentes de Casablanca (Marruecos) ha sumado cerca de 200 inmigrates peticionarios de asilo a los 400 que ya había. Las salas de asilo están totalmente colapsadas y los inmigrantes se acumulan en las zonas comunes de la T4.
Esta situación ha generado tensiones entre los diferentes grupos que componen los inmigrantes, principalmente, subsaharianos. "Se pelean por la comida y por el territorio, por decirlo de alguna manera", explica un portavoz del sindicato policial Jupol, que lleva advirtiendo de la gravedad de la situación desde el comienzo de esta crisis. "No se están poniendo soluciones. Se está improvisando y poniendo pequeños parches", afirma esta fuente.
El sábado hubo un enfrentamiento entre dos grupos de migrantes que no terminó en tragedia por la intervención de las Unidades de Intervención Policial (UIP) desplegadas en el aeropuerto.
Ahora mismo, la Policía Nacional mantiene a 12 antidisturbios constantemente vigilando la zona. Los grupos se reparten en tres grupos: mañana, tarde y noche. Los dos primeros corresponden a UIP y el último a las Unidades de Prevención y Respuesta (UPR).
El citado sindicato critica que falta personal para gestionar todas las peticiones de asilo. "Hay muy poco personal. Ahora se ha reforzado con agentes de prácticas. Pero son compañeros que todavía no han jurado el cargo, están en formación, y no se les puede dejar solos".
Cruz Roja se retira
La situación se agravó todavía más la semana pasada con la retirada de la Cruz Roja del Aeropuerto. La ONG criticó que no podía llevar a cabo su trabajo por el gran volumen de personas hacinadas en las salas de asilo. "Venimos denunciando esta situación desde hace mucho tiempo. No nos vamos de un día para otro", aseguró el director del Área de Migraciones de Cruz Roja, José Javier Sánchez Espinosa, a El País.
Esto ha propiciado que los agentes de Policía Nacional hayan asumido las tareas de los trabajadores humanitarios. "Esto no es una función policial. Lo hacemos porque somos humanos", afirma la fuente de Jupol.
También ACNUR ha mostrado su preocupación por "la falta de condiciones dignas de acogida de los solicitantes de asilo y para la tramitación con las debidas garantías de sus peticiones de protección internacional", han denunciado en un comunicado. Además, ha recordado que están trabajando con las autoridades para "poner en marcha soluciones urgentes a la situación actual".
Aunque Jupol reclama más medios para poder gestionar todas las peticiones de asilo, recuerda que la solución a este problema "no es policial". Estos inmigrantes llegan a España en los llamados vuelos patera fletados por mafias.
"Suelen tener visados para Bolivia o países así. Lo que hacen al llegar aquí es romper el pasaporte y pedir asilo. Hacen lo que les digan las mafias". La solución, considera el sindicato, pasa por advertir a las aerolíneas que permiten estos viajes. Concretamente, señalan a Royal Air Maroc y sus vuelos desde Casablanca. "No pueden operar en estas condiciones", sentencia el sindicato.