Hacía varias semanas que los vecinos no sabían nada de madre e hijo, y el desagradable olor que desprendía su piso hacía temer los peores augurios. El pasado sábado, se confirmó la tragedia. La Policía Nacional halló los cadáveres de ambos en su vivienda de Aluche.
Los dos cuerpos, un hombre de mediana edad y una anciana discapacitada, estaban en avanzado estado de descomposición, pero no presentaban signos de violencia, según ha informado a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los hechos tuvieron lugar en una vivienda de la calle Ocaña, en el barrio madrileño de Aluche. Fueron los vecinos de estas dos personas quienes llamaron a los servicios de emergencia. Nadie abría la puerta del domicilio desde hacía tiempo.
Hasta el lugar llegaron el pasado sábado a las 9:15 horas varios bomberos del Ayuntamiento, que forzaron la puerta para acceder a la vivienda. Dentro hallaron los cadáveres de un hombre de 54 años y el de su madre a la que cuidaba, una anciana de 87.
Los policías nacionales que también entraron en la casa comprobaron que los cuerpos llevaban posiblemente varias semanas fallecidos, ya que presentaban signos de descomposición. También advirtieron que a priori, a la espera de lo que determine la autopsia, no tenían signos de muerte violenta.
Las primeras hipótesis apuntan a que el hijo habría muerto por causas naturales o de algún accidente doméstico. Su cuerpo estaba en la cocina con una gran brecha en la cabeza. Así, el hombre podría haberse resbalado y caído en esta estancia y sufrir un traumatismo cranoencefálico grave por lo que habría fallecido.
La madre habría muerto días después por la falta de ingesta de alimentos y agua. La anciana estaba impedida, apenas se movía de la cama y necesitaba de la alimentación y de los cuidados de su hijo. Ambos cuerpos fueron retirados tras la llegada del juez forense y trasladados al Instituto de Medicina Legal.