Jaime Susanna Brais Cedeira

Dilawar Hussein F.C. el Negro, el pakistaní de 42 años que fue detenido por el triple asesinato de los hermanos de Morata de Tajuña el pasado 22 de enero, ha matado a su compañero de celda en la prisión de Estremera a golpes con una mancuerna, según confirman fuentes de la Guardia Civil a Madrid Total.

[La misteriosa muerte de Amelia, Ángeles y Pepe en Morata, llenos de deudas por una estafa de falsos novios]

Los hechos han tenido lugar en el módulo 12 de este centro penitenciario del sur de Madrid, donde estaba ingresado Dilawar, y de madrugada, concretamente hacia las cuatro de la mañana.

El pakistaní ha matado a su compañero a golpes en la cabeza con una mancuerna o una pesa de gimnasio, según ha podido saber este periódico. El recluso desarrollaba una vida normal, sin ningún protocolo específico, aunque si se encontraba en el módulo de presos conflictivos a la espera de juicio.

El acusado del triple homicidio entró en prisión después de que él mismo se presentara en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey, donde residía en ese momento, y confesara el crimen de Amelia, Ángeles y Pepe.

De izquierda a derecha, Ángeles, Amelia y Pepe, los tres hermanos hallados muertos en Morata de Tajuña. E. E.

"Yo los he matado", aseguró entonces para poner luz al extraño caso de la muerte de los hermanos Gutiérrez Ayuso en su casa de Morata en enero.

Los cuerpos de los tres hermanos fueron descubiertos en su casa de Morata de Tajuña semanas después de que sus vecinos dejaran de verlos. De hecho, fueron ellos los que dieron la voz de alarma en el Ayuntamiento de este municipio y avisaron a la Guardia Civil.

Cuando entraron los agentes se los encontraron medio quemados y en un avanzado estado de descomposición, la autopsia determinaría después que fueron asesinados a golpes con una barra de hierro.

[Los hermanos asesinados en Morata de Tajuña debían 60.000 euros al pakistaní que ha confesado su crimen]

Durante la investigación, salió a la luz la estafa amorosa de la que habían sido víctimas las dos hermanas, Amelia y Ángeles, y cómo habían acumulado muchas deudas con varias personas del pueblo después de perder su patrimonio enviándoles dinero a sus supuestos novios, unos soldados americanos en Afganistán con los que habían contactado por internet.

También entonces se supo que meses antes habían tenido a un inquilino, el Negro, un pakistaní con el que habían tenido un encontronazo, con agresión incluida a Ángeles, por una deuda más: 60.000 euros les reclamaba Dilawar.

La Guardia Civil iba detrás de El Negro para confirmar su posible implicación en el crimen cuando él mismo se presentó en el cuartel y lo contó todo.

En Arganda del Rey, donde residía en los últimos tiempos Dilawar Hussain, sus vecinos lo definían entonces como alguien "callado y reservado" aunque no podían imaginar que pudiera matar a tres personas a golpes y a sangre fría.

Lo que tampoco parece que nadie pudo prever es que iba a acabar también con su compañero de celda en un incidente nada habitual en las cárceles españolas.

La investigación determinará ahora en qué circunstancias se ha producido el suceso y cuáles han sido las causas que han llevado a Dilawar a matar a una cuarta persona en menos de tres meses.