Dilawar Hussein F. C., alias el Negro, contó que mató a su compañero de celda en la cárcel de Estremera porque olía mal. Así se lo oyeron decir varios presos que luego lo comentaron con funcionarios de la prisión. Angel A. V., búlgaro de 40 años, fue asesinado la madrugada del jueves a golpes propinados con una mancuerna casera.
Horas antes del suceso, los dos presos habían estado jugando al ajedrez con normalidad, una de las principales aficiones del asesino de Morata de Tajuña desde que entró en prisión el pasado 24 de enero.
El crimen tuvo lugar en torno a las 4 de la madrugada en el módulo 12 de la prisión, aunque hay fuentes que hablan de las 2:30. Tras matar a su compañero, Dilawar se duchó, cubrió el cuerpo y pulsó el botón de la megafonía para confesar el crimen. El asesino le destrozó la cabeza con una mancuerna de fabricación casera, precisaron fuentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación.
Las pesas que componían el arma homicida habían sido robadas días antes del gimnasio de la prisión, según corroboran fuentes penitenciarias. La barra estaba hecha con un palo de escoba o algún objeto similar.
Las fuentes consultadas aseguran que los internos de las cárceles no tienen permiso para tener esa clase de objetos en las celdas, ya que su uso está restringido a las salas habilitadas como gimnasio en los centros penitenciarios. De esta forma, se podría estar planteando un problema interno de seguridad que ya se está investigando.
Un perfil "bastante bravo"
Desde su llegada a la cárcel, Dilawar destacó por tener un perfil conflictivo. Sin embargo, los funcionarios del módulo 12 informaron de que este miércoles hubo varios conatos de peleas y trifulcas. En algunas de ellas llegó a participar el Negro.
Los funcionarios habían comenzado a comprobar que este era un preso de marcado perfil conflictivo, "bastante bravo", y que estaba en constante choque en los últimos días con un preso de origen africano. "Resulta llamativo porque el tipo es muy pequeño", comentó una de las fuentes consultadas de la Benemérita.
En cambio, no constaban enfrentamientos previos con su compañero de celda. Ángel llevaba algo más de tiempo en prisión y estaba a la espera de juicio por un caso de violencia de género.
La víctima era su preso de acompañamiento, es decir, la persona encargada de velar por él y hacer que se adapte a la vida en prisión. Las fuentes consultadas destacan de él que era "muy pesado".
El Negro, que tiene 42 años, estaba en el módulo 12 de la prisión madrileña, reservado para presos conflictivos. No tenía protocolo antisuicidio ni ninguna otra característica especial. Es el proceder habitual en casos como el suyo.
Dilawar está a la espera de juicio por asesinar a Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso el pasado 17 en Morata de Tajuña. Ahora, pesa sobre él un cuarto asesinato solo tres semanas después de entrar en la cárcel. El preso vive desde este jueves en una celda de aislamiento de la que no está previsto que salga próximamente.