Las escuchas de los encuentros en una marisquería de Madrid, junto a las intervenciones telefónicas y el rastreo del dinero, han sido claves para destapar la trama de cobro de comisiones ilegales por la compra de mascarillas supuestamente liderada por Koldo García, el que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos.



A lo largo de casi dos años de investigación, que se ha saldado esta semana con una veintena de detenciones en la bautizada como Operación Delorme, los agentes han ido montando el puzzle de esta presunta trama pese a las medidas de seguridad que adoptaba Koldo García en sus encuentros y llamadas telefónicas.



Tal y como ha adelantado EL ESPAÑOL, ciertos temas de conversación prefería tratarlos en persona, incluso en mitad de la calle, antes que por teléfono, y los investigadores creen que el que fuera mano derecha de Ábalos se valió de su mujer, que también fue detenida y posteriormente puesta en libertad, para contactar con personas de su círculo social.

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Así consta en los autos con los que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dejó en libertad con medidas cautelares a Koldo y a otros tres implicados en esta trama, que gira en torno a la empresa Soluciones de Gestión, adjudicataria de al menos ocho contratos para la compra de mascarillas en plena pandemia por parte de varias administraciones por un valor total de 54 millones.



Pese a tantas prevenciones, los agentes detectaron el vínculo que unía a Koldo García con el presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama, y con Juan Carlos Cueto Martín (investigado en el caso Defex), quien, a juicio de los investigadores, era quien realmente controlaba Soluciones de Gestión como sociedad instrumental junto a Aldama.



Gracias a los seguimientos a los que fueron sometidos los sospechosos, los investigadores fueron testigos de varios encuentros en establecimientos de hostelería, varios en la marisquería La Chalana, en Madrid, donde observaron distintas reuniones entre Koldo García y altos cargos del Ministerio de Transportes.

En Madrid hay dos establecimientos de esta marisquería, y todo apunta a que Koldo mantuvo reuniones en el establecimiento ubicado en la calle Santo Domingo de Silos 6, ubicada cerca del estadio Santiago Bernabéu. La Chalana es, tal y como figura en su web, un restaurante que ofrece "una cuidada selección de los más suculentos productos del Cantábrico".  

Los encuentros entre Koldo y su cómplice

Uno de los encuentros se produjo el 2 de febrero de 2023 con el subsecretario del Ministerio, Jesús Manuel García, y con Vicente Calzado, director general de Emfesa, sociedad estatal dependiente de dicho Ministerio y en la que está empleado desde marzo de 2022 el hermano de Koldo, Joseba, que también compareció ante el juez.



Otra de las personas con las que Koldo mantuvo varios encuentros (el 2 y 8 de febrero de 2022 y los días 15 y 16 de febrero del pasado año) es Luis Rodríguez García, subteniente de la Guardia Civil que está destinado a la sección de Seguridad de Nuevos Ministerios.



Tras el primer encuentro entre ellos que consta en el procedimiento, los investigadores detectaron que Rodríguez García abandonaba el lugar en un vehículo propiedad de Pizarras Santa Bárbara, empresa del grupo Cueto, y descubrieron que en el seguro del vehículo aparecía el subteniente como empleado de dicha empresa.



El 8 de febrero de 2022, ambos se reunieron de nuevo en La Chalana con otra persona vinculada con Víctor de Aldama, y el 15 de febrero de 2023 consta un encuentro entre Koldo García y Juan Carlos Cueto en ese mismo restaurante en el que hablaron de una inspección de Hacienda abierta a Aldama por intermediar en los contratos objeto de investigación, y quedaron en verse al día siguiente en el Viena Capellanes de la calle Génova.



A los investigadores les llamó la atención que la citada inspección de Hacienda motivase el encuentro en persona en dicha marisquería del exasesor de Ábalos con Cueto, pese a no tener ninguna vinculación societaria, y cuando Koldo García aún formaba parte del Ministerio de Transportes.



Tras ese encuentro en Viena Capellanes, Juan Carlos Cueto se reunió después en un local próximo al Ministerio de Transportes con el mencionado subteniente de la Guardia Civil, al que la investigación relaciona con la compra de unas fincas rústicas en Carballeda de Valdeorras (Ourense) por parte de Soluciones de Gestión que fueron después traspasadas a Pizarras Santa Bárbara.



El pasado 10 de febrero, los agentes captaron una nueva conversación de Koldo García en La Chalana, lo que unido a otras intervenciones telefónicas, les llevó a deducir que Rodríguez García era conocedor a través del exasesor de Ábalos de los beneficios obtenidos por Cueto, 20 millones de euros.



Rodríguez García es para los investigadores una pieza clave en la gestión de los contratos investigados, ya que se le atribuye haber puesto en contacto a Cueto y Aldama con los responsables de la adjudicación.



Días antes de que estallase la operación, Koldo García mantuvo una llamativa conversación telefónica con Rogelio Pujalte, propietario de un depósito judicial de Murcia al que una sociedad vinculada a Aldama supuestamente ingresó 100.000 euros procedentes de los fondos investigados.



De esa conversación se deduce que Pujalte le advierte de que está siendo objeto de investigación y le aconseja que no utilice la aplicación Telegram, a lo que Koldo García responde que nunca lo ha hecho y para tratar de tranquilizar a su interlocutor, le dice que no se preocupe, "lo sé todo", y le informa de que esta situación "es por culpa del perro", en referencia a Aldama, según deducen los investigadores.