Un radar móvil que la Policía Municipal coloca junto al Museo del Traje, en Moncloa, es uno de los que más multa de Madrid. Así se desprende del último análisis elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). El coche policial se sitúa detrás de una mediana para cazar a los infractores que llegan a la capital desde la A-6. Para Mario Arnaldo, presidente de la asociación, es una "trampa" porque los conductores pueden no percibir que en ese tramo deben circular a menos velocidad.
Para elaborar el informe, la AEA ha analizado las denuncias de tráfico formuladas por el Ayuntamiento de Madrid durante 2023. En total, el año pasado se emitieron 2.603.669 denuncias por un importe de más de 341 millones de euros.
"Si bien ha disminuido un 3,6% el número de denuncias respecto de las formuladas en el mismo periodo del año anterior (2.603.669 frente a 2.702.125) el importe de las sanciones ha aumentado un 1,2%, alcanzando una cifra récord de facturación cercana al millón de euros diarios", concluye el estudio.
El polémico radar 'farola 5'
El radar más activo en 2023 fue el situado en el kilómetro 4,150 de la M-30, con 48.438 denuncias formuladas. Le sigue otro instalado en la misma vía de circunvalación, pero en el kilómetro 19,800. Completa el podio el radar de tramo de la A-5, que fue apagado en la A-5 debido a las "numerosas sentencias judiciales contrarias al Ayuntamiento de Madrid obligando a anular las sanciones impuestas".
En la cuarta posición de este ranking se encuentra el radar móvil que protagoniza este artículo. Es uno de los radares que más multó en 2023 respecto al año anterior. En total, emitió 32.578 denuncias (unas 89 de media al día) por valor de 3.819.800 euros. En 2022 fueron 21.358 sanciones por un importe total de 2.567.300 euros.
Según explica a este diario Arnaldo, se trata de un dispositivo que detecta a los infractores desde un vehículo de la Policía Municipal. El coche se coloca, en concreto, junto a cuatro plazas de aparcamiento en batería que hay pegadas a la Casa de Velázquez, en la calle Paul Guinard, número 3. O dicho de otra forma: justo antes del Museo del Traje.
La cámara tiene vistas a la Avenida Puerta de Hierro en dirección capital. Este tramo es donde desembocan los conductores procedentes de la A-6. Es decir, los vehículos pasan en pocos minutos de una autovía nacional de 120 km/h a una zona de 60 km/h. Eso sí, antes de llegar al radar, un conductor de la A-6 se encontrará con señales que limitan primero la velocidad a 100, luego a 80 y, finalmente, a 60.
En cualquier caso, según el presidente de AEA, la "percepción que tiene el automovilista es que por ahí puede seguir a la misma velocidad a la que ha venido" desde la A-6 porque la "configuración de la carretera -en el punto donde se encuentra el radar móvil- es la misma: tres carriles, recta, no hay accesos de los peatones a la calzada...".
Otro dato curioso sobre este radar tiene que ver con su nombre. La dirección del dispositivo es "Avenida Puerta de Hierro F5". Esta nomenclatura, F5, se refiere a la farola junto a la que se sitúa el coche con los agentes. Desde el Cuerpo Municipal explican que, en su caso, son los responsables de los radares móviles que se colocan en la M-30 y en las calles del término municipal de Madrid.