Este viernes por la tarde, a las 18.20 horas exactamente, los servicios de Emergencia de la Comunidad de Madrid recibieron una llamada que los ponía en alerta: un hombre estaba inconsciente en el suelo de su negocio.
Se trata del dueño de una de las cocinas industriales que se ubican en el distrito de Tetuán y fue hallado por su socio cuando acudió a su lugar del trabajo.
La víctima, de 53 años de edad, tenía un fuerte golpe en la cabeza y estaba tirada en el suelo sobre un enorme charco de sangre dentro de la misma cocina. El negocio también cuenta con otra sala anexa para la recepción de pedidos a domicilio que estaba vacía en ese momento y que, según el socio, no había nadie cuando él llegó.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron varios agentes de Policía Judicial y de la Policía Científica para tratar de esclarecer lo sucedido en el interior de la cocina y es la Policía Nacional la que se ha hecho cargo de todos los detalles de la investigación.
De hecho, ya se ha entregado una persona que ha confesado la agresión. Se trata de un hombre de 44 años, de origen filipino, y que al parecer es un trabajador de la cocina por lo que se está estudiando la hipótesis de una pelea por motivos laborales para explicar el ataque.
Hallado por su socio
El socio de la víctima explicó a los investigadores que, al entrar a la cocina, que se encontraba con la luz apagada y todo en silencio, fue cuando encontró a la víctima tirada en el suelo, inconsciente y con un charco de sangre junto a él.
Fuentes de Emergencias Madrid han confirmado a Efe que el hombre se encontraba solo en la cocina y que presentaba al llegar los servicios médicos un traumatismo craneoencefálico severo.
Los sanitarios del Samur-Protección Civil consiguieron reanimarlo, estabilizarlo e intubarlo antes de ser trasladado al Hospital de La Paz, donde permanece ingresado en estado muy grave.
El negocio donde ha sucedido este ataque está ubicado en la calle de José Calvo, como hemos dicho en el distrito de Tetuán, en una zona en la que, según vienen denunciando los vecinos, se acumulan hasta 20 cocinas industriales de este tipo.
Las llamadas 'cocinas fantasma' han provocado muchas protestas porque, según explican los habitantes de los edificios colindantes, generan mucho humo, un ajetreo constante de tráfico por el delivery y mucho ruido con los extractores.
Esta cocina en concreto está ubicada en una antigua nave donde se ha colocado una enorme chimenea y donde comparte con otros negocios de este tipo la instalación.