En la calle Narváez, a las 11:45 horas del martes, una quincena de personas toma algo en la terraza cubierta y acristalada frente al restaurante El Chipirón. La mayoría son señoras que disfrutan de una mañana soleada y buen tiempo. Unos pocos metros más al sur, pero en la acera de enfrente, aparece de golpe una imagen opuesta. Se trata de un velador, también cubierto y acristalado. Pero está abandonado, con colchones, mantas y cojines dentro. Tres indigentes se resguardan por las noches bajo esta cubierta.
El velador se encuentra delante de una cafetería de Manolo Bakes. Justo al lado de este local opera desde 1947 la papelería Berno. Un cartel publicitario luminoso y un puesto de la ONCE se sitúan a un lado y al otro de la terraza. El cubículo es amplio y el suelo está más o menos despejado. Dos de los colchones son de matrimonio, ninguno cuenta con sabanas bajeras. Sin embargo, uno está 'protegido' en la parte de los pies con lo que parece un refugio de camping de Quechua.
En el otro extremo hay otra cama con un techillo cubierto con un telar y un gran cartón, como si fuera una caja de cerillas. De su interior sale el pie de una persona que no responde a las llamadas de este periódico.
Al Ayuntamiento le consta que este punto se convirtió en un lugar de pernoctación a finales de enero, cuando se asentó una persona. Los Equipos de Calle están trabajando para iniciar una intervención social con los tres individuos que duermen en la terraza.
Esta semana, según confirman fuentes del Área de Políticas Sociales, se ha producido un primer acercamiento con uno de ellos. "Ha tenido una actitud relativamente receptiva y ha aceptado una intervención del Equipo de Calle, que ha comenzado un proceso de vinculación para poder facilitar los apoyos y recursos que puedan revertir esta situación de máxima exclusión", detallan.
El vecindario no tiene del todo claro cuándo se establecieron los indigentes. La Asociación vecinal Retiro Norte recibió la noticia en Semana Santa, aunque recuerdan el caso de alguna otra persona que ya había dormido ahí. Un comerciante de la zona sitúa la llegada de al menos uno de los indigentes en el otoño pasado. Asegura, además, que "no dan problemas", aunque no dan "buena imagen" a la calle. "Ahora que empieza a hacer un poco de calor, empieza oler un poco a orín", señala.
María, una residente de la zona, se quedó "impresionada" al pasar junto al 'asentamiento': "Da sensación como de que aquí los servicios sociales no funcionan".
Desde Políticas Sociales, sin embargo, recalcan que mantienen un "seguimiento permanente de los casos". Su trabajo consiste en establecer una relación de "confianza y seguridad que facilite la aceptación de un recurso de alojamiento de la red municipal".
Terraza ilegal
El asunto llegó al pleno municipal del distrito del pasado 9 de abril a través de una pregunta de Vox. Los de Ortega Smith, representados en el distrito por José Ángel Viñas, preguntaron a la presidenta de la Junta, la popular Andrea Levy, qué medidas se estaban llevando a cabo sobre un asentamiento que está generando una "enorme inseguridad de la zona". En este sentido, desde la asociación vecinal subrayan que la gente no lo ve como un "problema de inseguridad sino de salubridad".
Otras fuentes municipales consultadas detallan que la estructura está asociada al local del número 35 -el que hoy ocupa Manolo Bakes- y que no tiene autorización. El Ayuntamiento no da información del propietario por protección de datos, pero sí avanza que ya ha instado al titular para que lo retire. "Si así no fuera, la Junta de Distrito lo haría por ejecución sustitutoria", detallan.
En su día, el velador sí que tenía el 'ok' de Cibeles para funcionar, aunque la perdió más adelante. La Asociación vecinal de Retiro Norte cuenta que la cubierta lleva años ubicada en este lugar, que ha pasado por diferentes manos y que sólo ha "funcionado con normalidad" unos seis meses. Recalcan, a su vez, que no es un espacio privado, sino una "concesión municipal caducada".
La entidad vecinal asegura que desde la Administración municipal se les informó que el "problema" era que "no encontraban" al titular, una situación que "dificulta muchísimo" las gestiones para retirarla.