La Policía Nacional ha desplegado un amplio dispositivo por la zona de Valdemoro para encontrar a los dos presuntos implicados en el asesinato a tiros de Borja Villacís este martes en el kilómetro 6 de la M-612. Al parecer, tal y como apuntan fuentes próximas a la investigación, hay agentes por toda la zona del citado municipio para dar con los dos presuntos asesinos.
Los agentes saben quienes son los dos prófugos y tratan de dar con ellos en esa zona sur de Madrid. Uno de los implicados se llama Kevin y es el hijo de María José, de 52 años, la tercera implicada en este asesinato, que fue arrestada el martes hacia las 13:30 horas en una gasolinera en la zona de Plaza Elíptica, hacia la que había escapado a toda velocidad. Al ser arrestada, no dejaba de repetir que había sido víctima de un secuestro. Los agentes comprobaron sus antecedentes y no le dieron ninguna credibilidad.
Kevin y su madre están relacionados con un clan de Bargas, ubicado en Toledo. Al parecer, Borja Villacís había alquilado un vehículo Citröen C3 blanco junto a su amigo, Luis, un hombre de 43 años y nacionalidad española que resultó herido grave, para encontrarse con viejos conocidos, pertenecientes a miembros de esta familia, para discutir diferencias.
Los supuestos autores de los disparos, llegaron a la cita en un BMW X2 de color gris plateado, que también había sido alquilado horas antes en la estación de Atocha. También acudió al lugar un tercer coche azul, cuyo papel en el crimen y sus ocupantes están siendo aún analizados por la Policía.
Pero al inicio de la carretera de Fuencarral al Pardo el Citroën y el BMW chocaron intencionadamente, como reflejan los abollones de ambos vehículos. De ellos se apearon sus ocupantes. Ante la sorpresa de Borja, del BMW, conducido por la mujer, salieron las otras dos personas con un subfusil de asalto y una escopeta de caza y la emprendieron a tiros contra la víctima, que quedó en la cuneta prácticamente muerto.
Borja fue atendido por sanitarios del Samur-Protección Civil. Le intentaron practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero finalmente confirmaron su fallecimiento por heridas de arma de fuego en cabeza y tórax.
Tras los disparos, el BMW salió precipitadamente del lugar, parando kilómetros después, en una rotonda situada en la carretera de Fuencarral a Alcobendas, muy cerca de la empresa Mediaset, al lado de un descampado.
El coche estaba abollado en su parte delantera izquierda y los airbags habían explotado, muy posiblemente como consecuencia de los golpes con el Citröen. Este hecho y las extrañas maniobras que realizaban tras apearse de él sus otros dos ocupantes alertaron a los empleados de una oficina cercana y a residentes en un hotel situado también enfrente, que avisaron al 091.
Así, relataron a los agentes, como se puede apreciar en las imágenes que circulan por algunos medios y redes sociales, y cuya veracidad han confirmado a Europa Press fuentes policiales, que una mujer y un hombre estaban cambiando las placas de matrícula del coche en el que iban por otras. Uno de ellos saltó un muro y escondió las placas viejas junto a un árbol.
Luego sacó una bolsa, al parecer donde llevaban las armas, y las depositó en ese descampado, donde también se ve posteriormente a un tercer compinche, un hombre vestido como el otro de negro. La mujer, en cambio, lucía un vestido muy llamativo de flores.
A continuación, la sospechosa, al oír ruidos de sirenas policiales, se marchó del lugar al volante del vehículo sola, mientras que los otros dos individuos huyeron a la carrera por ese descampado que conecta con la M-40.
Los agentes también se trasladaron al descampado y lo examinaron minuciosamente, hallando las matrículas cambiadas del BMW y las armas de fuego utilizadas en un cajón de madera tras unos montículos de escombros, entre ellas un fusil de asalto del calibre 7,62 milímetros y una escopeta de caza de calibre 12.
Tras las descripciones facilitadas por los testigos tanto del lugar del crimen como del cambio de placas, la mujer conductora del BMW ha sido detenida en un lavadero de coche de la plaza Elíptica de Madrid. Afirmó sin éxito que la habían secuestrado. Se trata de una mujer de nacionalidad española de 52 años, con muchos antecedentes policiales y un arresto reciente por parte de la Guardia Civil.
La Policía podría tener ya identificados a los dos hombres que le acompañaban, ya que el lugar del homicidio cuenta con muchas cámaras de seguridad. Uno de ellos podría ser hijo de la detenida.
Este miércoles continúa el operativo de búsqueda se está extendiendo desde la zona en la que vieron huir campo a través a estas dos personas vestidas de negro. La autoridad judicial ha decretado el secreto de las actuaciones.
La Policía cree que este suceso estaba muy planificado. Los presuntos asesinos metieron en una emboscada a las dos víctimas y por ello llevaron importantes armas de fuego, así como placas de matrícula para evitar ser localizados. Investigan si habían quedado para pegarse o por algún otro motivo.
Borja Villacís fue detenido en 2004 como miembro del grupo radical Ultrasur por apalear a un joven en Moncloa. En la actualidad, estaba imputado en una causa por narcotráfico y blanqueo de capitales a gran escala en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Todo apunta que su crimen esté relacionado con un ajuste de cuentas relacionado con drogas, en el que también podría estar implicado su amigo.