La Guardia Civil investiga a una persona por un delito contra la flora y la fauna por presuntamente comercializar con tarántulas incluidas en el Catálogo Internacional de Especies Amenazadas (CITES) y que fueron localizadas en el aeropuerto de Barajas, ha informado desde la Comandancia de la Guardia Civil en un comunicado.
Las quince tarántulas viajaban en recipientes de plástico, nueve de ellas son especie protegida. La actuación tenía su origen tras detectar los equipos de seguridad elementos sospechosos en un paquete que declaraba contener copas de cristal, cuyo origen era San Fernando de Henares y como destino final Sevilla.
Los agentes de la guardia civil, pertenecientes a la Unidad Fiscal y Fronteras del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, procedieron a la inspección del paquete, donde detectaron, quince envases de plástico, conteniendo cada uno de ellos arácnidos, conocidos como tarántulas.
Posteriormente, se solicita al organismo competente el análisis de los animales por si pudieran estar incluidos dentro del Catálogo Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
En concreto los especímenes localizados pertenecen a la especie Brachypelma Hamorii (tarántula de patas rojas), Brachypelma boehmei (tarántula mexicana de patas anaranjadas), Brachypelma Emilia (tarántula mexicana de patas rojas), Poecilotheria regalis (tarántula adornada de la India), Aphonopelma pallidum (tarántula mexicana gris) y Tlitocatl albopilosus (tarántula enchinada), todas ellas incluidas en el apéndice II del CITES y consideradas potencialmente peligrosas.
Una vez constatados estos extremos, los animales fueron llevados a centros de la Comunidad de Madrid que cuentan con instalaciones apropiadas para su estancia.
Tras localizar al remitente del paquete en San Fernando de Henares, se procedió a su investigación por su presunta implicación en un delito contra la flora y la fauna.
La operación culminaba con la localización por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza de un centro sospechoso, punto desde el cual se distribuyeron los arácnidos, donde también se intervinieron cuatro lagartos (dos geckos australianos y dos geckos de cola gruesa), tres víboras negras, siete víboras asiáticas y una víbora pitón verde, todos ellos potencialmente peligrosos y que cuyo titular no pudo aportar la documentación de su lícita procedencia.