Rocío Mora, la madrileña condecorada por el Rey: 30 años de activismo y lucha contra la trata de mujeres
En el acto de condecoración al Mérito Civil en la celebración del décimo aniversario de la coronación de Felipe VI se ha galardonado a 19 ciudadanos.
19 junio, 2024 14:06La abogada y activista Rocío Mora ha sido una de los 19 ciudadanos homenajeados por el rey Felipe VI en el décimo aniversario de su coronación. Lleva más de 30 años ayudando en la causa de las mujeres explotadas sexualmente. Primero, a pie de calle, como parte de la Unidad Móvil de APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida) y, desde hace nueve años, liderando el proyecto.
Un cometido en el que empezó con tan solo 18 años y por el que ya ha sido premiada en numerosas ocasiones. En 2021 se convirtió en la primera española galardonada por el Departamento de Estado de Estados Unidos como heroína de la lucha contra la trata de seres humanos.
Este miércoles ha recibido el título al Mérito Civil en la celebración de los 10 años del reinado de Felipe VI. Durante el acto de imposición de condecoraciones se ha homenajeado a un ciudadano por cada comunidad autónoma. Rocío Mora ha sido la galardonada proveniente de la Comunidad de Madrid.
Esta orden fue instituida por el rey Alfonso XIII en 1926 para premiar "las virtudes cívicas de los funcionarios al servicio del Estado, así como los servicios extraordinarios de los ciudadanos españoles y extranjeros en el bien de la Nación".
Por esa razón, se ha reconocido a Rocío Mora por su lucha contra la trata de mujeres, por atender las necesidades no cubiertas de las víctimas de explotación sexual y ser puente entre ellas y los servicios públicos.
Rocío Mora: 30 años de activismo
Rocío Mora empezó en la causa mientras estudiaba la carrera de derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Su relación con el activismo comenzó por su madre, Rocío Nieto. Esta fundó la asociación sin ánimo de lucro, APRAMP, de la que actualmente es presidenta Mora.
La madrileña, recientemente condecorada, aseguró durante una entrevista con Magas, que desde ese momento se "enganchó" a esa realidad. "Entendí que no se pueden vulnerar los derechos fundamentales de nadie. Menos aún, de mujeres y niñas que estaban ahí, en nuestras calles, en nuestros polígonos industriales, ahora en plataformas digitales. Pensé que tenía que apoyar a todas estas mujeres. Y así lo hice".
La abogada se reconoce como "vocera de todas estas mujeres". "Lo soy porque me toca. Hay que protegerlas". Cuando empezó, APRAMP estaba atendiendo a más de 850 mujeres. "No eran vistas por nadie. Éramos la única entidad que llegaba a contar qué era lo que estamos viendo. Ellas nos hablaban porque éramos muy cercanas y porque siempre hemos trabajado con ellas, no para ellas; con ellas", explicó.
Por eso piensa que la causa por la que trabaja es tan importante y argumenta que España es el primer país que más está demandando a mujeres y a niñas para que sean esclavas sexuales y el tercero a nivel internacional.