Mientras las calles de Madrid se preparan para teñirse de los colores del arcoíris de cara a la celebración del Día del Orgullo LGTBI, una manifestación alternativa conocida como el Orgullo Crítico emerge con una postura radical y polémica.
Este evento, que se celebra cada año el 28 de junio, alza la voz para defender valores anticapitalistas y antirracistas. Pero, sobre todo, ha generado un intenso debate por la creación de zonas en las que no está permitida la entrada a personas hetero, ni a personas blancas.
La polémica se ha dado a través de las propias declaraciones de los organizadores en su cuenta oficial de Twitter. En el post anuncian que en determinados bloques que desfilarán en la manifestación, las personas heterosexuales no podrán acceder a esta zona, aunque en ningún momento han explicado cómo identificarán a este grupo de gente. Tampoco lo podrán hacer las personas blancas y estarán prohibidos los vídeos, fotos y comentarios racistas.
Sus defensores argumentan que estas medidas son necesarias para visibilizar y proteger a los colectivos más marginados dentro del propio movimiento, dejando claro que esta prohibición solo se dará dentro del "bloque racializado" y el del "colectivo queering all".
Aseguran que en ediciones anteriores se han producido incidentes de racismo y violencia, especialmente contra participantes de estos bloques. Con ello buscan proporcionar un entorno seguro de apoyo mutuo.
A estos grupos los definen como "bloques no mixtos". Esto quiere decir que se organizan en base a líneas políticas no en base a identidades, conforme han explicado ellos.
"Toda persona que se sienta en consonancia con esas líneas políticas es bienvenida a organizarse con nosotres", aclaran tres integrantes del Orgullo Crítico de Zaragoza, en una entrevista reciente con AraInfo.
Diferentes perspectivas
Pero no todos comparten este punto de vista. Aquellos que se oponen a estos contramovimientos LGTBI denuncian que estas restricciones suponen una regresión hacia la segregación, fracturando la unidad del colectivo. Todo esto ha provocado que algunos activistas LGTBI presenten un recurso de amparo ante el Defensor del Pueblo.
Este grupo de opositores argumenta que esta división dentro de la propia comunidad LGTBI es contraproducente y va en contra del espíritu inclusivo que debería caracterizar al movimiento.
Origen del Orgullo Crítico
La creación del Orgullo Crítico se remonta a los años 90 donde ya existían ciertas posturas más críticas, aunque no fue hasta 2006 cuando el Bloque Alternativo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales alzó su primera bandera bajo el lema "Orgullo es Protesta".
Desde entonces, esta manifestación ha buscado ser una contracorriente a las celebraciones oficiales del Orgullo Gay en Madrid asegurando que "no se trata de una fiesta, sino de una lucha".
Nacido como una respuesta al creciente comercialismo y a la falta de representatividad, el Orgullo Crítico se presenta como la voz disidente que denuncia la comercialización de la lucha LGTBI.
Bajo el lema "contra el genocidio y el lavado rosa colonial", alternan la llamada a la acción más radical en oposición al racismo, la misoginia, la transfobia y el capitalismo.
A las 20.00 horas, la manifestación partirá desde la glorieta de Bilbao, recorriendo las calles del centro de Madrid, atravesando Alberto Aguilera y Princesa para llegar hasta Plaza España.
Más allá de la polémica de la separación dentro de la marcha, los organizadores del Orgullo Crítico también critican la alianza entre el Ayuntamiento de Madrid y el lobby empresarial LGTBI. Acusan a estos grupos de despolitizar y comercializar el evento oficial del Orgullo, alejándolo de su carácter original de protesta y convirtiéndolo en un espectáculo.