Las obras de ampliación del vestíbulo que se están llevando a cabo en la estación de Chamartín-Clara Campoamor han sido motivo de modificaciones e incidencias en algunos trenes a lo largo de su duración. A partir del próximo sábado 6 de julio se verán afectadas las líneas de Cercanías C-1 y C-10.
Ambas comenzarán su recorrido de la forma habitual, en la estación de Príncipe Pío, y lo finalizarán en Chamartín, mientras que normalmente hubieran seguido su trayectoria hasta la terminal T4 del aeropuerto de Barajas, con paradas en Fuente de la Mora y Valdebebas.
Por esa razón, desde ese día y hasta el próximo 5 de octubre, ambos incluidos, Renfe ha activado un servicio de lanzadera cada 20 minutos entre las estaciones de Chamartín y Aeropuerto T4 -con las habituales paradas en Fuente de la Mora y Valdebebas- con el fin de garantizar la movilidad de los usuarios que hacen uso de estas líneas.
Por otro lado, los trenes que hacen el recorrido entre Civis Guadalajara, San Fernando, Chamartín Clara Campoamor y Atocha finalizan su recorrido en la estación de Chamartín. Renfe está informando de ello a los viajeros a través de cartelería, megafonía en trenes y estaciones.
Estas obras forman parte de la una nueva fase de la transformación de la estación que comenzó en el mes de diciembre y que transcurrirá a lo largo de este año. Según informó Adif, en esta etapa se actúa fundamentalmente entre las vías 6 y 13, que prestan servicio por el túnel de Recoletos.
Como se ha citado anteriormente, se continúa ampliando el vestíbulo principal y se finalizará la nueva pasarela de Cercanías sobre andenes. Desde este nuevo espacio de espera e información, los viajeros de Cercanías accederán a los andenes a través de una nueva pasarela cubierta de 1.300 m2.
Además, se montarán nuevos aparatos de vía y se modernizará la señalización entre dichas vías. El objetivo es convertir la estación en un hub de la movilidad sostenible, conectada e inteligente.
Polémica con Cercanías
Los retrasos e incidencias que el servicio de Cercanías de Madrid ha sufrido a lo largo del último año han generado una polémica, prácticamente constante, por el funcionamiento de esta red ferroviaria en la Comunidad de Madrid. Tanto el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso como el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida han pedido en numerosas ocasiones soluciones para abordar la situación.
Un ejemplo de hace pocos días es la avería que sufrió un tren que conectaba Atocha con Recoletos. Esta obligó a suspender el servicio de seis líneas de Cercanías de Madrid en este tramo. Además, como consecuencia se tuvo que paralizar el tráfico en el túnel para trasbordar a sus viajeros. Finalmente, y tras una hora, se consiguió retirar el tren de las vías y se restableció la circulación.
La incidencia hizo que se vieran afectadas las líneas C-1, C-2, C-7, C-8, C-8a y C-10, circulando con fuertes demoras y con sus recorridos habituales modificados.
A principios de mayo también se sufrió otra jornada de retrasos e incidencias. El propio Óscar Puente defendió la puntualidad de Cercanías de Madrid (del "95,7%") y recordó que el Ejecutivo central ya ha acometido la primera compra de material rodante desde 2008, que supondrá renovar la flota de Cercanías en la comunidad a partir del próximo año.
A su vez, comparó la gestión estatal de Cercanías con la que hace el Gobierno de la Comunidad de Madrid de la red de Metro. Según sus datos, las incidencias en el subterráneo madrileño multiplican a las de Cercanías.