El azul no era este viernes el color de la confianza, al que habitualmente se le asocia, sino el del miedo. Las pantallas de todo el mundo que adquirían este tinte presentaban un problema en Windows que ha afectado a servicios de todo tipo. Y entre ellos, a compañías aéreas, lo que ha provocado retrasos y cancelaciones en aeropuertos como el de Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Allí, entre quejas, muchos lamentan la falta de información, y el caos que ha dejado a clientas "desquiciadas" y ha provocado una "avalancha" de gente.
La incidencia en el sistema informático, conocida como "la Pantalla Azul de la Muerte" afectó desde primera hora, justo antes del fin de semana de un periodo vacacional. Al final, los trabajadores tuvieron que funcionar de manera manual, para no depender de los ordenadores. Mientras, se aglomeraban los clientes que estaban a la espera de saber algo sobre sus viajes.
Ya a primera hora de la tarde la situación parecía haber cambiado, recuperando la calma tanto los trabajadores del aeropuerto como los viajeros, que vivieron largos ratos de estrés y espera durante la mañana. Eso sí, seguía habiendo demoras y algunos vuelos habían sido reprogramados.
Según contó Aena a través de la red social X (previamente conocida como Twitter) la incidencia técnica global afectó "sobre todo a facturación y a los puntos de información al pasajero". Fue a las 8.17 horas cuando la empresa española alertó de que estaba sufriendo "alteraciones en los sistemas de Aena y en los aeropuertos de la red en España, lo que podría provocar retrasos".
Una de las muchas afectadas es Isabel Asangono, que se iba con su nieto a Malabo. Tenían el vuelo a las 10.00 horas, pero nunca lo cogieron. "A los que no habíamos hecho la reserva por Internet nos mandaron a otro mostrador a facturar. Les pregunté si el vuelo iba a salir y me dijeron que sí. La siguiente noticia que tuve es que el avión había salido ya", explica a Madrid Total su hija, Victoria.
Retrasos y quejas
Recalca que hasta ahora nadie les ha dado ninguna solución más que esperar al vuelo del día 26, aunque no aseguran que tenga plazas: "La compañía ha dicho que no se hace responsable. Nosotras porque tenemos casa en Madrid, pero los que no la tienen qué hacen". Dice la mujer que explica que ha estado recogiendo firmas porque "lo único que queda por hacer es quejarse y cuantos más mejor".
De su vuelo son unas 50 personas que están igual que Isabel y su nieto, según explica su hija. Al igual que el de Buenos Aires, que salía a las 12.00 horas. Una madre y sus dos hijos venían desde Ibiza para hacer escala en Madrid y el vuelo se retrasó dos horas, por lo que perdieron el avión al país argentino.
Tampoco les dieron ninguna solución a su problema y aseguran que no saben que van a hacer. Una mujer que acaba de llegar al aeropuerto también vuela a este mismo destino, aunque en su caso no le han avisado de que haya ningún problema por ahora. "Supe de esto porque oí a unas chicas que estaban comiendo y las vi un poco desquiciadas. Decían que no sabían dónde iban a dormir y que si se buscaban un hotel".
Una familia sentada en una esquina está esperando su vuelo. Vuelven de las vacaciones en uno programado para la noche a su lugar de origen, Canarias. La madre cuenta que en un primer momento el plan era estar visitando Madrid hasta las cinco de la tarde. "Sin embargo, la agencia nos recomendó que fuéramos por la mañana por los problemas que estaban ocurriendo. Llevamos aquí desde las 12.00 horas. Cuando llegamos había mucho escándalo y una avalancha de gente increíble", cuentan.
Sin información
"Yo no me he enterado de qué ha pasado, pero sé que si normalmente hay gente en esta época, imagínate hoy: mucho más de lo normal", exclama una trabajadora de uno de los quioscos que están en la zona para amenizar la espera de los viajeros. Lleva desde por la mañana de uno a otro.
Nora es otra de las afectadas. Su vuelo a Marruecos de la mañana también fue cancelado después de que lo aplazaran en varias ocasiones: primero a las 12.00 horas y luego a las 13.00 horas. "No sé qué voy a hacer. Acabo de salir de la cola de reclamaciones para que se ponga mi hermana y poder descansar un poco".
Una pasajera que se dirigía también a Buenos Aires estaba más afectada todavía: contaba a Telemadrid cómo llevaba ya cuatro horas esperando. Tanto Luna, como Nubi y Edgar, relataban a Efe cómo nadie les había avisado de los retrasos. Llevaban esperando a sus respectivos vuelos una hora. La primera temía que el suyo se volviera a retrasar, conocedora de que otros incluso se habían cancelado. "Ni siquiera nos han avisado de nada", lamentaba.
"Supongo que no nos van a dejar afuera, pero sí tenemos incertidumbre de qué va a pasar", relataba Nubi. Explica que se enteraron de la situación "por gente que había en la cola", no porque nadie de las compañías responsables les avisara. "Hay un montón de nenes, es angustiante", añadía.
"Sé que en Madrid hay bastante población, que puede haber cola, pero no esperaba una cola como esta ni de broma", confesaba Edgar. "No sé si podré coger mi vuelo", aseveraba, defendiendo que cuando han preguntado "directamente" les "ignoran".