La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha activado el protocolo necesario para atender la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) debido al caso de un afectado en la región.
Se trata de un varón de 74 años que acudió a Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos (Móstoles) el pasado viernes 19 de julio con un cuadro febril y malestar general. Según indicó el afectado, sufrió una picadura de garrapata días atrás en el municipio de Buenasbodas (Toledo), donde pasaba unos días en su segunda residencia.
El protocolo activado tiene por objetivo evitar nuevos contagios de esta grave enfermedad. Este consiste en varias fases especificadas en el último informe de la red de vigilancia epidemiológica de la Comunidad que habla particularmente de esta afección.
Protocolo para el FHCC
Una vez el Sistema de Alerta Rápida en Salud Pública (SARSP) activa la alerta por sospecha de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, se envían las muestras para el estudio microbiológico al Centro Nacional de Microbiología.
La confirmación de la infección de este virus es de declaración obligatoria individualizada urgente, por lo que se deben comunicar por el medio más rápido posible al Área de vigilancia y control de Enfermedades Transmisibles de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid o al Sistema de Alerta Rápida en Salud Pública.
La Subdirección General de Vigilancia en Salud Pública lo notificará de forma urgente al Centro Nacional de Epidemiología (CNE). Los datos a recoger sobre estos casos se incluyen en la Encuesta Epidemiológica, una encuesta genérica para la notificación de fiebres hemorrágicas víricas.
Posteriormente, el Servicio de Alertas, lo comunicará de forma urgente al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales e Igualdad. Estos valorarán las medidas a tomar.
En el caso mencionado, fue trasladado a la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario La Paz-Carlos III. Esta unidad tiene como objetivo facilitar el manejo asistencial de los pacientes diagnosticados de una enfermedad infecciosa de alto riesgo, garantizando la protección de los profesionales que le atienden y la protección de la población.
Dicho transporte se debe hacer en las condiciones establecidas en el documento de la Red Hospitales de Enfermedades Infecciosas de Alto Riesgo. Esto significa que se le debe trasladar en una ambulancia especialmente preparada y con la cabina del conductor físicamente separada del área del paciente. El personal que intervenga tiene que estar previamente formado y utilizar equipo de protección individual adecuado.
En caso de que el paciente estuviera en cápsula de aislamiento o vestido con un EPI -equipo de protección individual-, el uso de este por parte del personal sanitario se valora en función del riesgo de exposición.
Una vez finalizado el transporte se procederá a la desinfección del vehículo. Además, es necesario comunicarlo a todas las personas o servicios que vayan a estar implicadas en el manejo del paciente.
Es necesario llevar a cabo un aislamiento estricto del paciente. Esto significa el uso de, al menos, mascarilla quirúrgica desde su identificación hasta que se encuentre en el hospital en el que va a recibir el tratamiento. En este se les ingresa en habitación individual con baño propio de uso exclusivo por el paciente en una zona poco transitada. También se establece un registro con hora de entrada y salida de las personas que entran en la habitación.
Las personas que han estado en contacto con el caso confirmado también tienen un seguimiento para asegurar que no se ha producido una transmisión antes del conocerse el diagnóstico.
El FHCC: qué es y recomendaciones
Este tipo de enfermedad se produce por un virus del género Nairovirus transmitido por la picadura de una garrapata infectada. La transmisión entre personas puede producirse, por tanto, por el contacto con fluidos.
Actualmente, se considera una enfermedad emergente en países de Europa Oriental. Por eso, Salud Pública hace una serie de recomendaciones para evitar el contagio.
Si se realizan actividades en la naturaleza, como senderismo o caza, se vista con ropa de colores claros, especialmente los calcetines, ya que será más fácil ver las garrapatas que se puedan adherir, así como ir provistos de prendas con mangas y pantalón largo. Hay que evitar el uso de sandalias, siendo más recomendable el uso de botas o calzado cerrado y con los calcetines por encima del pantalón.
Además, es necesario emplear repelentes autorizados y mantener protegidos a los animales de compañía cuando se salga al campo mediante repelentes externos.