La Policía ha desmantelado dos pisos o burdeles 'de los horrores' en el madrileño distrito de Latina. En ellos operaba una organización criminal liderada por la 'Mami', que obligaba a prostituirse a, al menos, 17 chicas cuyas procedencia era Paraguay, Perú y Venezuela. 

Tal y como informa un portavoz de la Policía Nacional, tras los registros de estos pisos, seis chicas fueron liberadas de un verdadero infierno: las obligaban a prostituirse durante las 24 horas del día en terribles condiciones.

Las víctimas estaban controladas y vigiladas por cuatro encargadas que decidían que tipo de castigos les infligían en caso de que se negaran a prestar algún servicio. Por encima de estas cuatro subalternas, la 'Mami', española de 47 años, 'gobernaba' este negocio de trata de seres humanos. 

17 chicas víctimas de la explotación sexual obligadas a vivir en un infierno, pues estaban obligadas a realizar todo tipo de servicios y a no rechazar ninguno. Incluso cuando estaban con la menstruación tenían que seguir trabajando con una esponja introducida en la vagina, para poder continuar con las relaciones sexuales sin que los clientes se diesen cuenta.

Para poder exprimir al máximo su rendimiento, estas chicas eran obligadas a consumir sustancias estupefacientes, en concreto cocaína. Las cuatro encargadas, o subalternas de la 'Mami' eran las que suministraban la droga que mantenían oculta y guardada bajo llave.

La Policía Nacional registra un piso en el distrito de Latina en el que 17 mujeres eran obligadas a prostituirse.

100.000 euros de caja

Además, en caso de no cumplir con los trabajos indicados, los dirigentes de esta organización criminal aplicaban a las chicas castigos tales como sanciones económicas, llegando alguna víctima a perder el conocimiento como consecuencia de dicha actividad.

Tal y como explican desde Policía Nacional, los beneficios, que superaban los 100. 000 euros, eran divididos a la mitad entre dueña del domicilio y el resto de integrantes de la organización.

Pero la 'Mami' y sus subalternos conocían los trucos para despistar a la Policía. Pues para entorpecer la investigación de los agentes, cuando conseguían cierta cantidad de dinero, lo transferían a otros países a través de diferentes empresas de envío de dinero, e incluso les obligaban a las víctimas a enviarlo junto con su documentación.

A finales de mayo, la Policía Nacional realizó dos entradas y registros en estos dos burdeles próximos en el distrito madrileño de Latina, donde se intervinieron tres equipos informáticos, cinco teléfonos móviles, más de 20 gramos de cocaína repartida en dosis y casi 5.000 euros en efectivo. También se encontraron varios justificantes de envío de dinero y documentación relativa al piso dedicado a la prostitución.

Este operativo se saldó con la detención de ocho personas (siete mujeres y un hombre) como presuntos autores de un delito de pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y delitos contra la salud pública.