En plenas vacaciones de agosto, el vecindario de El Cañaveral, uno de los nuevos desarrollos del sureste de Madrid, está viviendo momentos de tensión por casos de okupación, según informa Telemadrid. Al parecer, en mitad de la madrugada del pasado miércoles, alguien accedió a una de las urbanizaciones y cambió la cerradura de 12 pisos que estaban vacíos

Uno de los okupas explicó a la cadena de televisión pública que habían firmado un contrato para entrar en las viviendas, e incluso pagan un alquiler. "Yo he pagado 5.600 euros", señaló la supuesta inquilina ilegal, que decía sentirse estafada. Los vecinos, sin embargo, sostienen que la okupa puede haber pagado una cantidad de dinero, pero no existe ningún tipo de contrato

Se trata del bloque de viviendas situado en el número 15 de la Avenida de Miguel Delibes. Una inquilina cuenta a EL ESPAÑOL que, efectivamente, son 12 las viviendas supuestamente okupadas. Siete de ellas se encuentran en la primera planta, que cuentan con terraza. Otras dos estarían en los áticos y, el resto, repartidas "en el cuarto piso y también en el sexto".

En una conversación telefónica, esta mujer explica que "supuestamente" los okupas llevan varios días alojados en el bloque. Sin embargo, los inquilinos se dieron cuenta "el miércoles por la tarde o el jueves" después de que una vecina se cerciorara de que habían puesto una cerradura en una de las casas, cuando los vecinos utilizan una "tarjeta magnética" para acceder a los pisos. 

La mujer cuenta a este diario que ella es extranjera y vive con su marido y sus hijos en El Cañaveral desde hace unos meses. Pagan "1.085 euros" al mes de alquiler por un hogar de dos habitaciones. Todo ello después de recorrer un camino de trámites que "no ha sido fácil". Por ello, les da "mucha rabia" que estos okupas utilicen hasta el "aire acondicionado" y el resto de servicios "sin pagar"

Esta misma huésped dice que uno no puede escudarse en la condición de extranjero. "He comenzado a trabajar, tengo mis papeles en regla y trabajo muy duro para poder solventar mis gastos, como mi marido, y poder llevar una vida tranquila", indica. Además, asegura que "los niños no quieren bajar a la piscina ni subir al ascensor porque están asustados" con la situación. 

Al parecer, tal y como relata la inquilina y recoge Telemadrid, el viernes se vivió un enfrentamiento en el vecindario entre uno de los inquilinos y una okupa, que terminó con el vecino detenido. "El joven es muy correcto... Ayer lo sacaron de sus casillas", recuerda. Este diario no ha podido confirmar a través de fuentes policiales la detención de este vecino.