A la hora de describir el perfil del menor reclutado por las bandas latinas, varias fuentes consultadas por este periódico coinciden: "Captan jóvenes vulnerables...". Los cachorros de estas organizaciones violentas que preocupan en Madrid pueden ingresar con apenas 12 años, incluso "a partir de los 9 años". Utilizar a 'soldados' menores de edad tiene ventajas. Una es evidente: si les detienen, no podrán ser juzgados criminalmente en arreglo al Código Penal. Pero hay más: "Son más disciplinados, hacen menos preguntas y están dispuestos a hacer lo que sea para ascender en la banda".
El Ayuntamiento de Madrid pidió esta semana una reforma de la ley penal y más recursos para aplacar a los pandilleros. Todo ello tras otro suceso violento, el sábado 17 de agosto en San Blas, protagonizado por menores de edad. El Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida considera que las leyes deben ser "más duras" cuando "se utilizan a menores para cometer los delitos más graves, como está ocurriendo en algunas situaciones".
La primera gran banda latina que llegó a Madrid fueron los Latin Kings. Después aparecieron los Ñetas, los Dominican Don't Play (DDP) y sus rivales los Trinitarios. Hoy en día no son grupos formados únicamente por jóvenes latinoamericanos. Dentro de sus filas se cuentan españoles, marroquíes o rumanos. "Forman parte de ellas como una forma de reconocimiento social, así como para lograr una supuesta protección frente a posibles agresiones de otros grupos o individuos", subraya la Fiscalía de Madrid en su última memoria (con datos de 2022).
El perfil del reclutado
Las funciones de los más pequeños pueden ir desde la venta de drogas al almacenamiento de armas. Así se recoge en el último Observatorio de Bandas Juveniles realizado por el Centro de Ayuda Cristiano. "Espían" y se quedan con las armas tras una reyerta porque "si les pillan no van a la cárcel", añaden desde esta organización evangélica.
El Centro de Ayuda Cristiano explica que la labor de captación se centra "sobre todo" en los centros educativos. Buscan 'pescar' entre "aquellos alumnos generalmente de familias desestructuradas o que padecen factores emocionales, en particular baja autoestima y trastornos mentales muy diversos". Si reclutan españoles -añade- es porque "en caso de altercados pasan más desapercibidos".
Expertos policiales en bandas latinas de un municipio madrileño sitúan entre los perfiles captados a los alumnos que sufren bullying, a los que "les dicen que les van a dar protección". 'Lanzan' sus redes sobre jóvenes "vulnerables psicológicamente" o sobre los que tienen "problemas de adaptación", entre otros.
"Cuando llegan al instituto [las bandas] se acercan, hablan con ellos, le cuentan lo que es la banda, les dicen que les van a dar protección...", detallan estas voces. Durante esta labor de reclutamiento, también se intenta apartar a los 'fichajes' de sus familias con argumentos como el de que "no les han apoyado".
Por el contrario, los pandilleros venden a los aspirantes la "parte positiva" de formar parte de una organización juvenil. Se les dice que el grupo "nunca" abandona a los suyos.
Cibeles también apunta a este tipo de perfil vulnerable. En las próximas fechas, probará un servicio extraescolar conocido como la 'Tribu del 12' para que los chicos no ingresen en este tipo de bandas urbanas en Puente de Vallecas, donde predominan los DDP.
En la documentación del concurso público para externalizar este programa municipal, el Consistorio enumera unas características que comparten aquellos niños susceptibles de acabar en estas organizaciones delictivas. En muchos casos, son menores que no reciben afecto, no tienen oportunidades y les faltan experiencias favorables y saludables.
"En algunas ocasiones, no tienen un referente positivo que les sirva de modelo apropiado de vida y presentan pocos recursos o estrategias personales que les permitan superar una situación difícil o modificar sus hábitos y estilos de vida sin un apoyo externo", se indica en la documentación.
TikTok y música 'drill'
Además de en institutos, el Centro de Ayuda Cristiano afirma que la captación se realiza a través de TikTok y entre los seguidores de música urbana tipo 'drill'. También en redes sociales, que "hierven entre las bandas juveniles y están legitimando estos comportamientos violentos".
El Centro fue cuestionado en su día por ofrecer datos que supuestamente no encajaban con la realidad. La entidad, en su defensa, asegura que obtiene su información de los familiares de las bandas y de los pandilleros que acuden a la entidad en busca de ayuda.