En Madrid hay de todo. Es una ciudad multicultural que reúne negocios pensados para todos los perfiles, desde aquellos más racionales hasta los más supersticiosos. Y para estos últimos, hay unas tiendas de Madrid que siempre invitan a entrar. Se trata de las santerías.
Unos comercios en los que se venden hierbas, velas, piedras y diversos objetos que prometen aliviar o directamente curar enfermedades, solucionar problemas económicos o incluso resolver males relacionados con amor. Pero el supuesto poder de las santerías va mucho más lejos, pues los santeros o babalawos, nombre que reciben los líderes, pueden llegar hasta a realizar exorcismos y rituales.
Por eso, en algunos de estos locales se producen escenas que más bien parecen sacadas de una película de terror, pues desde la Asociación de Víctimas de Santería denuncian que el desarrollo de estas ceremonias y rituales en ocasiones ponen en riesgo "la salud de los clientes" que frecuentan estos locales. Además, también apuntan a que todo se trata "de una estafa".
La Policía tiene constancia de estas prácticas. El pasado miércoles 17 de julio varios agentes de la Policía Municipal de Madrid, pertenecientes a la Comisaria de Medio Ambiente, tuvieron conocimiento a raíz de una denuncia de la citada asociación: en una de las más de 30 santerías de Madrid se iba a realizar un ritual donde se iban a sacrificar a diversas especies animales.
Debido a ello, establecieron un servicio discreto de vigilancia. Tras personarse los agentes en la santería, comprobaron que en su interior se encontraban encerrados en una caja cinco especies de gallos que estaban preparados para el ritual. En esta inspección también se localizan elementos como cuchillos, espadas y medios con restos, presumiblemente de sangre, y de plumas adheridas de anteriores rituales.
Se realizaron diligencias policiales donde la responsable de la actividad fue informada de su implicación en los hechos referidos e investigada por un delito de maltrato animal.
Las aves recuperadas fueron trasladadas por los servicios municipales al Centro de Protección Animal (CPA) donde se quedaron custodiadas. De los elementos mencionados, fueron decomisados para análisis por laboratorio y puesta a disposición judicial.
Ayuda a las víctimas
Un portavoz de la Asociación de Víctimas de Santería explica en conversación telefónica a Madrid Total que ayudan a todos aquellos "que han sido víctimas de estafas en las santerías": "Siempre les pedimos que denuncien a la Policía, suelen ser perfiles vulnerables a los que les prometen que se van a curar de alguna enfermedad y les terminan sacando el dinero".
"Una vez que una persona ha caído en las redes de una santería, su vida se convierte en una pesadilla de la que no es nada fácil salir. Por ejemplo, una mujer que denunció, llevó a su hija a la santería porque se le caía el pelo. Para curarla, le dijeron que se debía hacer un ritual con hierbas por el cuerpo y el santero terminó abusando de la menor", cuentan desde la asociación. Estas fuentes también indican que este caso tuvo lugar en Canarias, fue denunciando y el santero terminó en la cárcel.
Este caso concreto pone de relieve lo peligroso que puede ser confiar a ciegas de una mera superstición. La Asociación de Víctimas de Santería ha comprobado de primera mano hasta dónde pueden llegar los babalawos o líderes de las santerías: "Me infiltré en una santería y me dijeron que tenía un mal espíritu, por lo que me tenía que hacer un exorcismo, también llamado paraldo. Para este ritual te limpian el cuerpo con hierbas, pero te obligan a estar desnudo y me pidieron que trajera ropa de repuesto".
Desde la asociación, comparan la actividad de las santerías con la de "las sectas": "Saben captar muy bien a la gente y, al final, todos los que salen terminan diciendo que han caído en las garras de una secta", añade.
El portavoz de la Asociación de Víctimas de Santería explica a este periódico que el "verdadero negocio" se encuentra "en las consultas privadas y en los rituales": "Una consulta privada suele costar unos 70 euros y un ritual como el paraldo cuesta 750 euros. Además hay que dejarlo todo pagado antes de que se haya recibido el servicio".
Pero los citados precios no son nada en comparación con lo que pueden llegar a sacar de una víctima: "El objetivo de los babalawos es 'iniciar' a las personas en la santería y una formación puede llegar a costar uno 3.000 euros. Las personas que caen en las redes de los babalawos no les ven como malas personas, de ahí que no sea fácil salir del engaño una vez que se han iniciado", agregan.
Por eso, ante esta situación, esta organización quiere iniciar un proyecto de ley que ampare a las personas que han sido víctimas de las santerías: "Ahora mismo, las víctimas de las santerías no tienen un elemento legal claro con el que defenderse, por eso queremos sacar adelante esta ley".