La Guardia Civil ha hallado en un zulo insonorizado el cadáver de una mujer desaparecida desde el pasado 31 de agosto en un domicilio de la localidad madrileña de Villalbilla y ha detenido a su marido, mientras se investiga si murió de forma violenta.
Precisamente fue su pareja el que denunció la desaparición de la víctima en el cuartel de la Guardia Civil hace 11 días, según han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno.
La mujer se llamaba Raquel y tenía 54 años, según la alerta que, a principios de este mes, la asociación SOS Desaparecidos y el Centro Nacional de Desaparecidos lanzaron. En el cartel señalaban que medía alrededor de 1,60 metros, tenía complexión normal, pelo castaño y ondulado y ojos marrones.
Ese 31 de agosto, Raquel había salido de Villalbilla para visitar a su madre, que vive a 75 kilómetros, en Griñón, al sur de la Comunidad de Madrid, pero no había regresado a casa como estaba previsto.
O por lo menos así lo declaró el esposo de Raquel en la denuncia que interpuso al día siguiente en el cuartel de la Guardia Civil. Al parecer, nunca llegó a ver a su progenitora.
Entonces, los agentes comenzaron una investigación para intentar descubrir dónde se encontraba Raquel y las pistas les llevaron finalmente a la casa familiar, donde vivía con su marido.
La Guardia Civil ha acabado encontrando el cadáver de Raquel en una habitación cerrada e insonorizada, un zulo dentro de su propia vivienda. Estaba en la cama tumbada y tenía espuma en la boca. Cerca, había varias blísteres de pastillas, ha detallado el grupo 'Prensa Ibérica'.
El marido, al ver a los agentes en la casa, ha intentado huir, por lo que ha sido apresado y detenido en un caso que se investiga como posible asesinato por violencia de género.
Ahora será la autopsia la que determine las causas de la defunción de Raquel. La Guardia Civil está analizando otras pruebas, como el móvil de la fallecida, para determinar si el detenido, que ya ha pasado a disposición judicial, pudo participar en la muerte o no y sobre todo cuáles fueron los últimos movimientos de la víctima.
Una semana después
De confirmarse que se trata de un caso de violencia machista, Raquel sería la mujer número 35 asesinada en España a manos de su pareja o expareja.
La última fue una joven de 33 años que murió en el hospital el pasado 3 de septiembre también en Madrid, después de que expareja la arrastrara en su coche.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 16.30 horas del lunes 2 de septiembre en la calle Concejo de Teverga con Avenida de Entrevías, en el distrito de Puente de Vallecas. Según las primeras informaciones recabadas en el lugar, la pareja inició una discusión en el interior de su domicilio, que continuó en esa calle. De todo ello fue testigo la hija de la víctima, menor de edad.
En un momento dado, ambos se dirigieron a su turismo y, al parecer, la mujer trató de entrar por la ventanilla cuando el coche estaba en marcha. Entonces, el vehículo se puso en marcha e incluso se llegó a subir a la acera, provocando que la mujer saliera despedida e impactara de golpe contra el suelo, según algunos testigos.