Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro varones, uno de ellos menor de edad, por siete delitos de robos con violencia e intimidación a sus víctimas, las cuales siempre eran hombres. Se comunicaban con ellos a través de citas online, creando perfiles falsos para los que utilizaban imágenes de los miembros más jóvenes.
Cuando quedaban con ellos, usaban sus terminales para hacer envíos y transferencias en dinero. Tras su paso a disposición de la autoridad judicial, se decretó el ingreso en prisión de tres de ellos. Tal y como informan fuentes del grupo 13 de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, informan de que se trataba de un grupo de amigos que vivían en Castilla-La Mancha y se desplazaban a Madrid a cometer su actividad delictiva.
La investigación se inició a finales del mes de agosto, cuando se detectaron varias denuncias en diferentes localidades de la Comunidad de Madrid, coincidentes con otros hechos de idénticas características, lo que alertó a los investigadores de que podría tratarse de los mismos autores.
Contactaban con las víctimas a través de diversas plataformas de contactos, usando un perfil falso, en el que figuraban fotografías de las llamadas 'temporales' y que no se podían recuperar posteriormente.
Una vez que se acordaba el encuentro, normalmente en las viviendas de los perjudicados o en sitios que no hubiese gran afluencia de gente para que no pudiesen pedir ayuda, les amenazaban con un arma blanca y un arma de fuego, golpeándoles brutalmente.
Después, accedían sus teléfonos y poder realizar operaciones como transferencias, revisando después las viviendas, sustrayendo objetos de valor como tablets, ordenadores y joyas, así como un montante total de 6.769 euros.
Uno de los denunciantes se vio presionado para subir a un vehículo mientras era amenazado con un arma de fuego y una navaja, obligándole a adquirir cerveza en una gasolinera próxima. Tras la compra, le propinaron numerosos golpes hasta que realizó diferentes transferencias con su terminal móvil, que finalmente fue sustraído.
De hecho, cuando los investigadores dieron con ellos, se disponían a robar a otra víctima con la que habían contactado.
Los investigadores consiguieron, en apenas tres semanas, la detención de los integrantes de este grupo, a los que se les imputan siete robos con violencia e intimidación, lesiones, pertenencia a grupo criminal y delito de odio, ya que incluso llegaron a proferir insultos denigrantes atentando contra la condición sexual de los afectados. Todos ellos tenían antecedentes por hurtos y robos.
Los mayores de edad, de entre 22 y 52 años, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, quien decretó finalmente el ingreso en prisión de todos ellos, mientras que el menor de edad fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, que decretó régimen cerrado en un centro de menores.
Fuentes de la investigación destacan que las víctimas han quedado afectadas a nivel psicológico e incluso una de ellas iba a empezar su beca Erasmus en Madrid.