Rafael, de 16 años, vivía en Alcalá de Henares, pero era de Miranda del Ebro, en Burgos. Sus padres le habían mandado a la localidad cervantina con unos familiares. Fue a las 19:45 horas del pasado martes cuando este joven mirandés se convirtió en el asesino de Isidro, un taxista de 62 que vivía con su sobrino en Torrejón de Ardoz.
Después de un viaje en taxi que duró hora y media, el menor asestó a Isidro cinco puñaladas que resultaron fatales a las puertas del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá. Tras haber cometido el crimen, permaneció en el interior del taxi durante unos segundos, con una extraña frialdad.
Aun así, es todavía un misterio el motivo de por qué Rafael mató a Isidro. Sin embargo, fuentes cercanas al caso apuntan que, teniendo en cuenta la edad, la frialdad del joven y cómo se desencadenaron los hechos, cobra fuerza la hipótesis de que el presunto asesino sufra algún tipo de patología mental.
Después del crimen, diversas localidades como Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Getafe, Pinto, Valdemoro o Alcorcón han querido mostrar su solidaridad con la familia de Isidro. En dichos municipios se ha guardado un minuto de silencio en su memoria, un gesto que también se ha producido en la Asamblea de Madrid.
Desde el sector de taxi están consternados y piden "más medidas de seguridad", aunque reconocen que es difícil evitar una agresión de estas características, en caso de que un pasajero quiera atacar a un taxista de manera premeditada.
Rafael, el verdugo de Isidro, y de etnia gitana, se subió a su taxi en la parada ubicada en la avenida de los Reyes Católicos y le pidió ir a diversos puntos de Alcalá. El último, la entrada de urgencias del hospital Príncipe de Asturias, donde se produjo el crimen.
"Hemos llegado a pensar que el asesino, que tendrá patologías mentales, estaba inmerso en algún tipo de juego de rol o fantasía que le llevaron a cometer el asesinato", explican fuentes del sector de taxi, para intentar dar explicación a qué pudo suceder exactamente.
Dichas fuentes explican que fue la madre del menor la que "alertó a la Policía" tras haber visto la foto de su hijo en los medios de comunicación. El último viaje de Isidro quedó registrado en el sistema de seguridad de su taxi, motivo por el que la Policía conocía su rostro desde un primer momento. Fuentes próximas al caso, que han visto la grabación completa, explican que, por su manera de hablar, este menor podría ser de etnia gitana y español.
Un detalle llamativo del suceso es que el trato entre Isidro y el pasajero siempre fue "cordial", tal y como relatan fuentes cercanas al caso: "El taxista intentaba darle opciones al pasajero para que se reuniera con las personas con las que decía que había quedado. Cuando llegaron a la entrada de urgencias del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, el asesino tenía preparada un arma blanca dentro de la chaqueta que llevaba".
"Trabajador y generoso"
Tras ser apuñalado, Isidro salió del taxi gritando "me han matado". Además, después de agredir al taxista, el asesino no escapó del lugar, sino que permaneció en el taxi durante unos segundos.
Los compañeros de Isidro están consternados. Le definen como un hombre "trabajador y generoso": "Era soltero, pero como todos nosotros, tenía familia. Desde el sector del taxi pedimos que se haga justicia y que se aplique eso de que el que la hace que la pague".
Además, este suceso ha vuelto a poner encima de la mesa el tema de la seguridad de los taxistas, sobre todo por las similitudes del caso con el asesinato del conductor José Luis E. M. en noviembre de 2019, que fue degollado por su pasajero, curiosamente, también en Alcalá de Henares.
"Después del asesinato de José Luis, se instalaron en los taxis de Alcalá unos sistemas de seguridad que graban constantemente lo que sucede en el vehículo. Cada cierto tiempo la grabación se elimina, pero si el taxista pulsa un botón del pánico, las imágenes se recuperan y se envían a una empresa de seguridad. Pudo pasar eso para que se recuperara tan rápido la imagen del asesino de Isidro", apuntan fuentes del taxi.
Por otro lado, varios taxistas de Torrejón de Ardoz, municipio donde residía Isidro, y Alcalá de Henares dicen "tener miedo": "Si alguien te quiere agredir lo va a hacer una forma o de otra, pero en el interior de un taxi estamos indefensos. Se han probado muchos sistemas de seguridad, pero lo cierto es que si un pasajero nos quiere agredir, lo tiene muy fácil".
Tras un aviso, hasta el lugar del crimen se desplazaron médicos del propio hospital Príncipe de Asturias para realizarle a Isidro las primeras intervenciones y posteriormente evacuarle a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Se encontraba muy grave por las cinco heridas incisas de arma blanca, que le habían afectado a las manos, pulmones y el hígado, según han indicaron a Europa Press fuentes de la investigación.
Pese a las intervenciones quirúrgicas y transfusiones de sangre practicadas, el taxista falleció durante la mañana del miércoles debido a la gravedad de sus heridas.
Tras conocerse la noticia, desde la cuenta de X, antes de Twitter, del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, publicaron un mensaje expresando sus condolencias: "Consternados por la trágica noticia, desde el Ayuntamiento de Alcalá de Henares enviamos en nombre todos los vecinos de nuestra ciudad, nuestras más sentidas condolencias y todo el cariño a los familiares, compañeros y amigos del taxista asesinado, descanse en paz".