José Antonio suma y sigue. Tiene 85 detenciones a sus espaldas y este miércoles protagonizó el salvaje acuchillamiento a un opositor a la Policía Nacional, por haber estacionado su coche en la plaza reservada para personas con discapacidad de la calle Arquitectura de Tarragona del distrito madrileño de Carabanchel. El opositor aparcó en zona reservada unos instantes, para recoger a su hija de la Academia de Pintura, y no debió hacerlo, pero eso no justifica que José Antonio le apuñalara cinco veces por ocupar la plaza donde estacionan sus padres.
Este ataque con un arma blanca jamás se debió haber producido porque José Antonio hace tiempo que debía estar a la sombra, no solo por atesorar un historial kilométrico de detenciones, sino porque también se encontraba en busca y captura para ingresar en prisión.
Cuando José Antonio acuchilló al opositor a la Policía Nacional, delante de su hija, una niña con solo 9 añitos, arrastraba a sus espaldas lo que en el argot policial se denomina un Código 8. En concreto, tenía tres citaciones pendientes para responder ante un juez por temas judiciales distintos: un delito de violencia de género, un atentado a agente de la autoridad y un episodio de conducción temeraria.
Además, arrastraba un Código 10: tenía en vigor una orden de detención para ingresar en prisión por una sentencia que le condenaba por un robo con fuerza.
Toda esta información la aporta una fuente de la Policía Nacional y hace que sea inexplicable que con semejante historial delictivo, José Antonio siguiera en casa de su padre y de su madre, uno de ellos, titular de la plaza de aparcamiento para discapacitados que casi le cuesta la vida a un hombre que cometió un error: estacionar en zona reservada, para que su mujer recogiera a su hija de la Academia de Pintura.
Ese es el móvil del ataque con el que trabajan los investigadores después de visionar los vídeos que aparecen en este reportaje y de tomar declaración a varios testigos del brutal ataque.
De hecho, una policía nacional fuera de servicio aportó varias grabaciones a los agentes de un zeta que llegó a toda velocidad a la calle Arquitectura de Tarragona, y desde ese mismo instante, ya identificó al sospechoso de forma contundente: "Hice las prácticas en la Comisaría de Carabanchel y reconozco sin ningún género de dudas al autor de los hechos, como José Antonio (Madrid, 1996)".
Este delincuente multirreincidente estaba en la diana desde el minuto uno, ya que otra testigo expuso que los padres de José Antonio fueron los que iniciaron la discusión de tráfico que acabó teñida de sangre. El matrimonio reside en un bloque de pisos de protección oficial y cuando vio al opositor a la Policía Nacional, junto a su mujer, estacionar en la plaza de minusválidos, salió a la calle para recriminárselo con gritos, insultos, incluso con violencia física.
"He escuchado insultos en una actitud muy agresiva, por parte de la mujer rubia [la madre de José Antonio] hacia la víctima [el opositor a Policía Nacional] y su esposa, llegando a agredir con patadas a la mujer de la víctima", según relató la testigo a los agentes.
La víctima (Móstoles, 1989), un treintañero que es sobrino de un policía local del que le viene su vocación para formar parte de las Fuerzas de Seguridad, se metió por medio para evitar que su pareja fuese pateada, tal y como reflejan los vídeos. Pero esa mediación fue interpretada por José Antonio como una agresión a su madre y bajo a la calle como una exhalación, con un cuchillo, para apuñalar sin mediar palabra al dueño del BMW que estacionó en la plaza de discapacitados.
Así identifica uno de los testigos a José Antonio como el autor de este truculento ataque: "Desde la ventana del bajo número 'X' de la calle Arquitectura de Tarragona, la víctima ha comenzado a recibir insultos de un varón, saliendo este varón del portal, con un cuchillo de grandes dimensiones en la mano, arremetiendo contra la víctima, apuñalándola en diversas ocasiones".
"El agredido ha intentado huir al vehículo, tras recibir varias cuchilladas, pero el agresor no desistía en su ímpetu por lesionarle, corriendo del lado derecho al izquierdo del coche, consiguiendo asestarle más puñaladas a la víctima por el lado de la ventanilla del vehículo, procediendo la víctima a huir [...]".
El trayecto duró poco porque el aspirante a policía nacional recibió tres puñaladas en la vía pública, al verse sorprendido por José Antonio, cuando trataba de proteger a su esposa, y sufrió otras dos, nadas más subirse a su BMW de alta gama. Estaba literalmente desangrándose por heridas de arma blanca en la espalda, en el brazo, en el tórax y en las costillas.
En la avenida de la Peseta, la víctima tuvo que detener su BMW en el que viajaban su mujer y su hija: una niña en shock por todo lo que había presenciado. El opositor intentó hacerse un torniquete con su camiseta, pero las fuerzas le fallaron y empezó a desvanecerse sobre la acera. Por suerte, los agentes de un zeta llegaron para salvarle la vida porque le hicieron un torniquete y le pusieron vendas comprensivas, taponando sus heridas, antes de ser trasladado en estado grave al Hospital 12 de Octubre donde fue intervenido de urgencia.
Unos agentes se adentraron en el bloque de pisos de protección oficial y dieron con los padres de José Antonio, pero no encontraron colaboración alguna, a pesar de que su hijo, de 28 años, casi le arrebata la vida a una persona que no conocía de nada por una simple discusión de tráfico. Prueba de ello es que una fuente de la Policía Nacional sostiene que encubrieron a la sangre de su sangre.
"No se corresponde lo referido por esta mujer con los vídeos que observaron los agentes, encubriendo esta mujer la implicación de su hijo en lo acontecido, sin aportar donde puede encontrarse y sin colaborar con los agentes en la averiguación de los hechos". "El padre tampoco colabora con los agentes, aportando versiones contradictorias sobre lo acaecido, no sabiendo donde se encuentra su hijo ni aportando información relevante sobre donde puede encontrarse".
José Antonio corrió hacia el garaje del bloque, tras asestar cinco puñaladas al opositor, y la Policía Nacional inspeccionó al milímetro esta zona del edificio por si el sospechoso estaba escondido en alguna caleta, pero se había esfumado. Lo había hecho sin coger su coche, un Seat Córdoba. De modo que no es descartable que recibiera la ayuda de un tercero o que 'tomase prestado' otro para huir.
Al cierre de esta edición, la Policía Nacional trabajaba sin descanso para dar con el paradero de José Antonio: el delincuente de las 85 detenciones. A las once de la noche de este jueves, sumaba su arresto número 86 después de ser cazado en la casa de un conocido.