M. Fiter | Agencias
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Una tienda de la marca Valentino ubicada en la calle Ortega y Gasset número 16 de Madrid ha sufrido este domingo a las 7 horas un robo mediante alunizaje que ha provocado fuertes daños en el escaparate y el cierre del establecimiento.

Los atracantes, que han estrellado su vehículo contra la vidriera del local, han llevado a cabo el robo sin ser detenidos todavía y sin la presencia de ningún testigo, según ha informado a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

La magnitud de lo sustraído se desconoce debido a que los dueños de la tienda no han interpuesto denuncia hasta el momento. Una vez lo hagan, se iniciará una investigación cuyo objetivo será llegar hasta los ejecutores del robo para proceder a su detención y conocer los detalles de lo ocurrido.

Cae el alunicero José Eloy

Precisamente, este viernes trascendió la caída de un grupo especializado en robos en superficies comerciales, llegando en uno de ellos a sustraer material valorado en 90.000 euros.

Se trata de la banda de José Eloy López Sánchez, un alunicero y butronero de 31 años originario de San Fermín que cuenta con diversos antecedentes policiales.

La investigación se inició como continuación de la 'operación Arsi' realizada en mayo del presente año, en la que se desarticuló un grupo criminal asentado en Madrid y en la localidad toledana de Seseña, dedicado a cometer robos con fuerza de camiones, naves industriales y establecimientos comerciales.

En dicha operación se detuvo a 11 personas y se realizaron seis registros domiciliarios.

Posteriormente, los agentes tuvieron constancia de que dos integrantes del entramado criminal seguían manteniendo la actividad delictiva, detectando nuevos robos cometidos por los mismos.

Además, a estos dos individuos se había sumado uno más, conformando un nuevo grupo criminal al cual se le atribuyen 23 delitos contra la propiedad.

El objetivo principal de este entramado era el robo de mercancías en naves industriales, almacenes y establecimientos comerciales.

Igualmente, los agentes constataron su alta especialización en estos robos, lo que les permitía conseguir grandes botines que generaban un alto perjuicio económico a empresas, comerciantes y transportistas.

Tenían un perfecto manejo de inhibidores de frecuencia, así como conocimientos técnicos para la desactivación de alarmas, realización de butrones y el forzamiento y apertura de puertas.