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Alex Saito, de padre español y madre japonesa, nació en Madrid en 1985 y, tras las pasadas elecciones en Japón del 27 de octubre, es el primer madrileño en convertirse en miembro (o diputado) de Cámara de Representantes de la Dieta de Japón, el equivalente al Congreso de los Diputados de esta nación, lugar donde reside el poder legislativo. 

Alex pertenece al partido político Nippon Ishin no Kai, cuya traducción sería Partido de la Restauración de Japón. Se trata de un grupo político cuyo origen se encuentra en la ciudad de Osaka en el año 2015. Tras las recientes elecciones, este partido conservador ha obtenido los votos para que un total de 38 personas ocupen sillones en la Cámara Baja japonesa, que se compone de 465 miembros. 

Ahora, el japonés y madrileño Alex Saito ocupará uno de esos sillones. Este político cuenta a Madrid Total que nació el 30 de junio de 1985 y vivió "en la calle Toledo" hasta que cumplió "cuatro años", momento en el que se mudó con su familia a Osaka. 

Por eso, explica que, de esta etapa, no tiene "muchos recuerdos". Alex volvió a Madrid varias veces siendo "estudiante universitario" y fue durante esta etapa cuando le impresionaron "los monumentos históricos" y la gran cantidad "de museos de arte" de la capital. 

Cuenta que le gustan mucho "los churros" sobre todo, los que venden "en las cafeterías de la calle Toledo" y además, cuando está en Madrid, una de las cosas que le gusta hacer es "pasear por las céntricas calles" y tomar algo en los muchos "restaurantes que hay". 

Toda la familia de Alex por parte de padre "es de Madrid", por eso, cuando era "estudiante universitario" les visitaba "cada dos años". Por desgracia, explica que no ha tenido oportunidad de verles "desde hace tiempo", ya que última vez que vino a España fue "en marzo de 2011", cuando visitó la Ciudad Condal "por negocios". 

Alex se graduó en económicas por la universidad de Doshisha, ubicada en Kioto. Después, trabajo en el sector de la banca y en una empresa de seguridad. Fue en 2018 cuando comenzó su carrera política y tal y como aparece en su página web, sus estancias como estudiante en Madrid fueron clave para darse cuenta en importante papel que tenía Asia en el mundo

Por otro lado, este político madrileño y japonés relata las diferencias y las similitudes entre las ciudades en las que ha crecido: "Osaka es una ciudad más bulliciosa y con mayor población. Sin embargo, los habitantes de Osaka son especiales. En general, los japoneses tienden a ser tímidos, pero los habitantes de Osaka son alegres y animados, por lo que creo que se parecen a los madrileños".

En las pasadas elecciones del 27 de octubre, la coalición gobernante de Japón, formada por el Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Shigeru Ishiba y la fuerza budista Komeito, perdió su mayoría parlamentaria en las elecciones nacionales.

Castigo en las urnas

Este hecho ha aumentado la incertidumbre sobre la composición del próximo gobierno y las perspectivas para la cuarta economía más grande del mundo. "Estas elecciones han sido muy difíciles para nosotros", dijo Ishiba a TV Tokio.

El partido conservador sufrió un duro castigo en las urnas por la sucesión de escándalos en los que se ha visto envuelto en los últimos años, el más reciente de ellos una serie de casos de financiación irregular de sus parlamentarios que derivó en la dimisión en el mes de septiembre del anterior primer ministro, Fumio Kishida.

El gran ganador de la noche, el principal partido de oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón (CDPJ), consiguiendo 143 escaños, frente a los 98 anteriores.

El PLD, que ha gobernado Japón durante casi toda su historia de posguerra, y su socio de coalición menor Komeito obtuvieron 209 escaños en la cámara baja del parlamento. Esta cifra supone una reducción respecto de los 279 escaños que tenían anteriormente y el peor resultado electoral de la coalición desde que perdió brevemente el poder en 2009.

El resultado puede obligar a los partidos a aceptar acuerdos conflictivos para compartir el poder para gobernar, lo que podría generar inestabilidad política mientras el país enfrenta vientos económicos adversos y una tensa situación de seguridad en el este de Asia.