J. Soler
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Agentes de la Policía Nacional han desmantelado esta mañana dos importantes 'narcopisos' ubicados en el distrito madrileño de Usera, concretamente en el barrio de Orcasitas, una operación que ha terminado con dos detenidos, ha informado este viernes la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en un comunicado.

La investigación se inició el pasado mes de julio, tras detectar los agentes un trasiego importante de personas en las inmediaciones de ambos domicilios, los cuales se encuentran situados puerta con puerta, circunstancia que les facilitaba funcionar como uno solo.

Las pesquisas policiales pusieron de manifiesto que estas viviendas, situadas en los bajos de la plaza de la Solidaridad, eran utilizadas como puntos de distribución de droga, suministrando dicha sustancia a los consumidores de la zona.

Por tales motivos, este jueves la Policía procedió a la entrada y registro de los dos narcopisos, en los que se intervinieron cerca de 800 gramos de cocaína, diez básculas, dos armas de fuego cortas, munición, más de 600.000 euros en efectivo y dos vehículos.

Como resultado fueron detenidas dos personas, un hombre y una mujer al parecer hermanos, como presuntos responsables de un delito contra la salud pública y otro de tenencia ilícita de armas, siendo trasladados a la comisaría de distrito de Usera-Villaverde, a la espera de su puesta a disposición judicial.

Narcopiso en San Blas

A finales de septiembre, la Policía Nacional también desmanteló otro narcopiso que provocaba continuas quejas de los veicinos. Fue en el distrito de San Blas-Canillejas y en él vivía grupo criminal formado por cinco personas (tres mujeres y dos hombres) que se dedicaban a la venta de drogas.

La investigación se inició el pasado 16 de mayo cuando los agentes tuvieron conocimiento de la posible existencia de un punto de venta en los alrededores del madrileño parque Paraíso. Avanzadas las pesquisas, los agentes pudieron descubrir la gran afluencia de personas en las inmediaciones de este domicilio al que acudían para adquirir sustancia estupefaciente.

El modo de funcionamiento de este grupo se basaba en la división de dos canales de distribución. En el directo, cuatro personas se dedicaban tanto a la regencia del piso como a la custodia, corte y preparación de las sustancias, las cuales vendían desde la propia vivienda.

En el canal indirecto, contaban con colaboradores que vendían la droga en las proximidades de un parque cercano al piso, provocando situaciones de inseguridad en el vecindario.