La Guardia Civil investiga el hallazgo de restos humanos, más concretamente de un bebé de unas dos semanas de vida, en el complejo de reciclaje de Loeches. Según informan fuentes oficiales, a las 01:46 horas, los agentes recibieron el aviso por parte de los empleados del centro de reciclaje, alertando del hallazgo de partes del cuerpo de un bebé.
Hasta el lugar se trasladaron agentes de la Guardia Civil de Loeches, del equipo de Policía Judicial de Arganda del Rey y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid.
A las 05:50 horas, han realizado el levantamiento del cadáver y traslado hasta el Instituto de Medicina Legal para la realización de la autopsia. Se está investigando la procedencia del cuerpo localizado.
La Guardia Civil solicita colaboración ciudadana para intentar averiguar si alguien ha detectado la ausencia de algún neonato en las últimas horas, que pudiera acotar la procedencia del recién nacido. En caso de que quieran aportar algún dato, piden desde el cuerpo, que llamen al 062.
Hasta el momento no se tiene más información.
Otro bebé muerto
Uno de los casos más recientes en el que se halló un bebé muerto en la Comunidad de Madrid fue en el distrito de Barajas en mayo de este año. La Policía Nacional investiga a día de hoy sin resultado la aparición del cuerpo sin vida de un bebé de apenas unos meses entre cubos de basura.
El hallazgo se produjo el domingo 12 de mayo, a la altura del número 19 de la calle Acuario, en el casco histórico de esa zona de Madrid, muy próxima al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.
A día de hoy, hay varias incógnitas sobre este caso sin resolver. Concretamente, hay tres principalmente sobre este hallazgo: el ADN de la ropa, las cámaras de vigilancia y sus padres.
La investigación continúa y se encuentra en manos del Grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial. Junto a la citada unidad, agentes de la Policía Científica se encargaron de analizar la ropa del bebé y los objetos junto a los que apareció el cadáver para dar con restos de ADN.
En este proceso, también se analizaron las bolsas de basura que estaban junto al cuerpo con el objetivo de estrechar el cerco y comprobar la procedencia de este recién nacido, tal y como detallan fuentes de la investigación a este periódico.
El bebé hallado muerto era un niño de dos o tres días de vida y presumiblemente falleció por asfixia, aunque los agentes a cargo de la investigación todavía no han determinado si su muerte tiene que ver con un homicidio. El cadáver apareció en una bolsa de rafia de un supermercado entre unos cubos de basura y todavía conservaba el cordón umbilical.
Fuentes policiales informaron de que el cadáver del recién nacido no presentaba signos de violencia, aunque los investigadores aún están a la espera del informe forense definitivo para ratificar este extremo.
Sin embargo, según la información de la que disponen, los agentes del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid barajan la hipótesis de que el pequeño muriera por asfixia, pero no descartan el homicidio.