Agentes de la Policía Nacional, junto con la Policía Nacional del Perú han asestado un duro golpe a una banda que cometía estafas telefónicas. Su modus operandi estaba cuidadosamente calculado: se hacían pasar por trabajadores de entidades bancarias y, tras leer un cuidado guión y pedir un código a las víctimas, sustraían dinero de sus cuentas bancarias.
Los agentes calculan que los timadores se hicieron con un botín de más de 3 millones de euros estafando a unas 10.000 personas mediante esta técnica denominada vishing. En total, se han producido 83 detenciones, 22 de ellas en Madrid, concretamente en barrios como Vallecas, Carabanchel y en los municipios de Alcobendas, Pinto, Getafe.
Para cometer las estafas, se realizaban llamadas masivas desde Perú. Los ladrones habían obtenido información de los clientes gracias a bases de datos, lo que les facilitaba conseguir la confianza de las víctimas al llamarlas por su nombre.
Una vez iniciada la llamada, los estafadores se presentaban como "miembros del departamento de prevención y fraude del banco". A continuación, comunicaban a las víctimas que el supuesto departamento había recibido "una alerta de seguridad" por un "retiro pendiente de 280 euros", aunque la cantidad podía variar.
Una vez lanzados estos mensajes, y habiéndose dirigido a las víctimas por su nombre y apellidos, afirmaban que era "muy probable" que alguien hubiera "vulnerado sus datos" que hubiera "tenido acceso a la cuenta".
A continuación, los estafadores formulaban preguntas como "¿Perdió o prestó su tarjeta? ¿Compartió datos bancarios con alguien? ¿Ha hecho alguna actualización de alguna aplicación que no recuerda haber instalado? ¿Suele recibir llamadas de contenido vacío?".
Además de haber confundido a las víctimas con estas preguntas, lograban que en la pantalla de los afectados apareciera el nombre y el número oficial de atención al cliente de su entidad bancaria, dando más realismo a la estafa.
El golpe final, consistía en hacer creer a las víctimas que tenían un cargo fraudulento y que su cuenta estaba bloqueada. Así, les indicaban los pasos a seguir en la aplicación de su banco, simulando que el código que recibirían en sus teléfonos móviles les permitiría desbloquear su cuenta.
El engaño finalizaba una vez que ese código era facilitado por la víctima a su interlocutor quien, de manera inmediata, lo enviaba a los otros miembros de la organización ubicados en España.
83 personas detenidas
Los estafadores estaban alerta en calles en las que existían sucursales de entidades bancarias próximas para la retirada de efectivo del cajero utilizando dicho código. Una vez tenían el dinero en su poder, se apropiaban de un porcentaje que oscilaba entre el 20 y el 30%, transfiriendo el resto a la organización en Perú por medio de empresas dedicadas al envío de efectivo a otros países.
Los empleados de España se repartían por diferentes ciudades para dificultar así cualquier investigación policial posterior. De esta forma, utilizaban claves secretas con sus compañeros de los centros de llamadas para informarles de las entidades que tenían a la vista mediante unos códigos de colores en función de las sucursales en cuestión.
Una vez los investigadores lograron identificar a los miembros de esta organización, con la colaboración de la Agregaduría de Interior en Perú, establecieron un dispositivo policial formado por más de un centenar de agentes para la localización de todos ellos.
De esta forma, se realizaron 29 entradas simultáneas en España y en Perú, logrando la detención de 83 personas como presuntos responsables de los delitos de estafa agravada, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Durante el operativo en Perú, que contó con la presencia de agentes de la Policía Nacional española, se desmantelaron tres call center desde los que operaba la organización, descubriendo in fraganti cómo operaban 50 trabajadores de la estructura criminal.
Además, se han intervenido dinero, teléfonos móviles, dispositivos informáticos, así como documentación relativa a estas estafas. Actualmente, la investigación continúa abierta, puesto que no se descartan nuevas detenciones o la aparición de más víctimas.
Cómo evitar estafas
La Policía Nacional recomienda no aportar nunca datos personales ni bancarios sin cerciorarse de que se trata de la empresa o la entidad en cuestión. Además, nuestra entidad bancaria ya dispone de estos datos, por tanto, nunca nos los van a pedir.
Recordar que ninguna empresa privada o institución pública utiliza este método para solicitar datos personales a sus clientes. No facilitar nunca información de tarjetas, documentos de identidad, nombres de usuarios, códigos y contraseñas.
Ante cualquier duda sobre si la identidad del interlocutor es realmente la de nuestra entidad bancaria, cortar inmediatamente la comunicación y llamar al teléfono de atención al cliente que podemos encontrar tanto en las páginas oficiales como en la propia aplicación.