La Policía Nacional, y en concreto la Brigada de Información, ha asestado un duro golpe contra una de las principales bandas latinas de Madrid. El pasado 18 de diciembre, se realizó la detención de siete miembros probados de los Dominican Don't Play (DDP) presuntamente relacionados con el tiroteo que se produjo en el interior de una pizzería del madrileño Paseo de las Delicias. Tal y como informan fuentes de la investigación, el coro de los DDP de Embajadores está, por el momento, desmantelado.
Dichas fuentes detallan que, a pesar de que esta facción se encuentre ahora mismo disuelta, la guerra entre las bandas latinas de Madrid "se mantiene". Además, apuntan a que sus jóvenes integrantes, muchos de ellos menores de edad, están comenzando a usar "armas de fuego" de las que "no tienen nociones del manejo", lo que les hace "aún más peligrosos".
De hecho, de estos siete detenidos tres son menores de edad, uno de ellos tiene 18 años y otros tres 19. Un claro indicativo de lo pronto que empiezan en las bandas latinas a introducirse en la criminalidad organizada y la agilidad con la que asumen responsabilidades.
Además, dos de los arrestados eran altos cargos dentro de los DDP: uno de ellos era el jefe del coro de Embajadores, al que apodaban El Primero, y otro uno de sus lugartenientes, considerado el Ministro de la Guerra. Por otro lado, la única chica arrestada es la novia del jefe.
Se imputa a los detenidos los delitos de homicidio en grado de tentativa y pertenencia a organización criminal. Por todo ello, pasaron a disposición de la autoridad judicial, quien decretó el ingreso en prisión de los mayores de edad y el internamiento de los menores en régimen cerrado, quedando la mujer en libertad con medidas judiciales.
Tiroteo en julio
Los hechos de los que se acusa a los detenidos tuvieron lugar el martes 2 de julio a las 23.00 horas, cuando tres integrantes de los Trinitarios estaban en el interior de una pizzería ubicada en el número 65 del Paseo de las Delicias. De repente, otro joven entró al local, sacó una pistola de su pantalón y comenzó a dispararles.
Las escalofriantes imágenes quedaron registradas en las cámaras de seguridad de la pizzería. Por fortuna, lo que podría haber sido una verdadera tragedia terminó con un único joven de 21 años herido en la espalda cuando trató de escapar.
Dos días después de este macabro suceso, un menor de origen peruano se entregó durante la noche del jueves de aquella semana de julio en la comisaría de la Policía Nacional de Latina, acompañado por su madre.
Este menor ya tenía antecedentes por lesiones y, cuando tuvo lugar en el tiroteo, se especuló con que estaba participando en algún tipo de rito de iniciación de los DDP, pero fuentes policiales especifican que la motivación principal de sus actos fue "la rivalidad" que existe entre las bandas. Ahora, gracias a las investigaciones de la Policía, se desvela que había otras siete personas implicadas en este brutal tiroteo.
En dos días del mes de diciembre, la Policía llevó a cabo seis entradas y registros en distintas zonas de la Comunidad de Madrid e intervinieron dos machetes de grandes dimensiones, munición para armas largas y cortas de fuego, indumentaria utilizada habitualmente por este grupo como bandas, pulseras y ropa, tres pasamontañas, varios terminales telefónicos, unos grilletes metálicos, un patinete eléctrico, una balanza de precisión electrónica y más de 300 gramos de sustancias estupefacientes.
Tras las detenciones y los registros efectuados, los agentes localizaron en una plaza de Nelson Mandela, en Lavapiés, un macetero que escondía bajo tierra dos machetes de grandes dimensiones con cinta americana colocada por fuera para su rápida extracción y un cartucho de arma larga. Precisamente, una recortada fue el arma utilizada por el autor del tiroteo.