Después de más de dos meses, los vecinos que residen legalmente en la calle Excelente número 6, en el barrio de Carabanchel Alto, por fin pueden respirar tranquilos. El infierno okupa que estaban viviendo desde el pasado puente de la Inmaculada, cuando una legión de usurpadores de origen peruano se adueñó de manera "muy rápida" de nada menos que 28 viviendas, ha terminado.
Fuentes vecinales cuentan a Madrid Total que este jueves se han marchado los últimos okupas de los seis pisos usurpados que quedaban. Al parecer, se han producido acuerdos entre estas familias y la empresa de desokupación Servi-okupa para que desalojen el inmueble de una vez por todas.
Algunas de estas últimas salidas de okupas han sido "pacíficas", pero un vecino explica que se han producido "tres nuevas detenciones" que también confirma un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Madrid. Se ha detenido a un nombre al que llaman 'Paraguayo', uno de los cabecillas de la macrookupación y que ha protagonizado diversos vídeos grabados por los vecinos del inmueble
Según cuenta un portavoz de la comunidad de vecinos, es probable que los okupas que quedaban por salir fueran "los cabecillas": "No lo sabemos a ciencia cierta, pero es posible que, cuanto más tiempo aguantaran, mejores condiciones tuvieran para irse del inmueble. Se acaba la okupación en este edificio, pero empezará en otro".
No le falta razón a este vecino. Ya que los okupas han compartido un vídeo conduciendo por una zona con casas en obras de Villaviciosa de Odón, cercana a la avenida de Europa, en el que dicen "próximo destino Boadilla del Monte", a pesar de no encontrarse en el citado municipio.
Los okupas de Carabanchel planean su próxima usurpación.
Aunque los okupas ya estén planeando su próximo 'golpe', los vecinos que residen legalmente en la calle Excelente de Carabanchel Alto por fin respiran tranquilos. La convivencia con los usurpadores había sido uno de los principales problemas para este grupo de inquilinos que querían llevar una vida normal y tranquila.
Todas las semanas los medios de comunicación informaban de nuevos sucesos. Entre los más graves, la detención de dos hermanas por un caso de violencia doméstica a finales de enero. Al parecer, comenzaron a pelearse de manera violenta y los agentes tuvieron que actuar, por lo que se les acusó de un delito de malos tratos en el ámbito doméstico. Fuentes vecinales corroboraron a Madrid Total que escucharon una fuerte discusión en una de las casas okupadas el lunes 27 de enero.
Ese mismo día, se produjo una tercera detención de un varón, también de origen peruano y nacido en el año 2007, al que se arrestó por extranjería. Es decir, no tenía los papeles en regla.
Además, se trataba de un grupo de okupas que estaban "perfectamente organizados", ya que contaban "con un niño de unos 13 o 14 años" que hacía "de vigía" y alertaba en diferentes situaciones. "Avisaba al resto de usurpadores de que quitaran la música de sus fiestas en caso de que apareciera la Policía o de si venían los empleados de la empresa de desokupación", contaba un vecino.
La batalla campal entre okupas y empleados de una empresa de desokupación.
A estos episodios violentos se suma otro que sucedió el pasado domingo 19 de enero, hacia las 19.15 horas, cuando un menor de 13 años de una familia okupa agredió a una joven de 16.
Un portavoz de Emergencias informó de que una unidad básica del Samur se desplazó hasta la calle Blanca 16, ubicada al lado del inmueble okupado, para atender a una joven que presentaba dolor en la pierna. Por fortuna, la víctima de esta agresión no precisó traslado hospitalario y fue dada de alta en el lugar.
Este episodio de okupación comenzó cuando una mafia vendió ilegalmente estas viviendas pertenecientes a la inmobiliaria Vivenio, que todavía no estaban habitadas, a familias de origen peruano por unas cantidades entre los 2.000 y los 3.000 euros. Se las habían ofrecido antes del puente de la Inmaculada en la cola de un comedor social de una iglesia del barrio. Una versión que corroboraron los vecinos del inmueble.