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"La denuncia social ha sido clave para ganar la batalla". Son las victoriosas palabras de uno de los vecinos que residen legalmente en la calle Excelente número 6, en el barrio de Carabanchel Alto. El infierno okupa que estaban viviendo desde que el pasado puente de la Inmaculada, una legión de usurpadores, casi todos de origen peruano, se adueñó de manera "muy rápida" de nada menos que 28 viviendas, por fin ha terminado. 

Este jueves 6 de febrero, se marcharon los últimos okupas del inmueble tras los acuerdos entre familias y la empresa de desokupación Servi-okupa. Según informa un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Madrid, se produjeron tres detenciones, un hombre y una mujer de Perú y el cabecilla de la banda de okupas, más conocido como 'El Paraguayo'. 

Se le acusa de los delitos de okupación de bienes, extorsión, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo organizado. Además, fuentes policiales informan de que tenía antecedentes. Los vecinos de Excelente 6 corroboran que este ciudadano de Paraguay era el líder del grupo, ya que era el que mediaba durante las peleas e incluso habló con algunos medios de comunicación, siempre ocultando su rostro. 

De hecho, parece que 'El Paraguayo' ya planea su próximo golpe. Los vecinos de la calle Excelente 6 confirman que su voz es la que se escucha un vídeo al que ha tenido acceso Madrid Total. En él, 'El Paraguayo' conduce por una zona con casas en obras de Villaviciosa de Odón, cercana a la avenida de Europa, y dice "próximo destino Boadilla del Monte", a pesar de no encontrarse en el citado municipio. En otro vídeo, 'El Paraguayo' conduce por una zona de obras y mientras las contempla afirma "en un par de años les caemos a estos". 

Aunque los okupas ya piensen en su siguiente próximo 'golpe', los vecinos que residen legalmente en la calle Excelente de Carabanchel Alto por fin respiran tranquilos. La convivencia con los usurpadores había sido uno de los principales problemas para este grupo de inquilinos que querían llevar una vida normal y tranquila.

La detención de El Paraguayo, uno de los líderes de la okupación de Carabanchel.

Todas las semanas los medios de comunicación informaban de nuevos sucesos. Entre los más graves, la detención de dos hermanas por un caso de violencia doméstica a finales de enero. Al parecer, comenzaron a pelearse de manera violenta y los agentes tuvieron que actuar, por lo que se les acusó de un delito de malos tratos en el ámbito doméstico. Fuentes vecinales corroboraron a Madrid Total que escucharon una fuerte discusión en una de las casas okupadas el lunes 27 de enero.

Ese mismo día, se produjo una tercera detención de un varón, también de origen peruano y nacido en el año 2007, al que se arrestó por extranjería. Es decir, no tenía los papeles en regla.  

Además, se trataba de un grupo de okupas que estaban "perfectamente organizados", ya que contaban "con un niño de unos 13 o 14 años" que hacía "de vigía" y alertaba en diferentes situaciones. "Avisaba al resto de usurpadores de que quitaran la música de sus fiestas en caso de que apareciera la Policía o de si venían los empleados de la empresa de desokupación", contaba un vecino. 

A estos episodios violentos se suma otro que sucedió el pasado domingo 19 de enero, hacia las 19.15 horas, cuando un menor de 13 años de una familia okupa agredió a una joven de 16. 

La batalla campal entre okupas y empleados de una empresa de desokupación.

Un portavoz de Emergencias informó de que una unidad básica del Samur se desplazó hasta la calle Blanca 16, ubicada al lado del inmueble okupado, para atender a una joven que presentaba dolor en la pierna. Por fortuna, la víctima de esta agresión no precisó traslado hospitalario y fue dada de alta en el lugar.

Este episodio de okupación comenzó cuando una mafia vendió ilegalmente estas viviendas pertenecientes a la inmobiliaria Vivenio, que todavía no estaban habitadas, a familias de origen peruano por unas cantidades entre los 2.000 y los 3.000 euros. Se las habían ofrecido antes del puente de la Inmaculada en la cola de un comedor social de una iglesia del barrio. Una versión que corroboraron los vecinos del inmueble.