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El Colegio Highlands El Encinar de Madrid continúa intentando dar respuesta a la crisis que comenzó el pasado viernes 7 de marzo cuando Marcelino d.A, el capellán de las alumnas de primaria y secundaria, fue detenido tras la denuncia por agresión sexual a una niña de seis años. A esa querella se sumaron otras cuatro con el paso de las horas y ahora, la dirección del centro ha distribuido un comunicado entre las familias en el que les indican diversas acciones que pondrán en marcha para "afrontar los difíciles momentos". 

Desde la dirección del centro publican que revisarán el proceso de selección y contratación del personal del colegio, incluyendo el laico y el consagrado. Además, también informan a los padres de que comprobarán que todo el personal del colegio que tiene contacto con menores cuenta con el certificado de Delitos de Naturaleza Sexual actualizado.

Este documento, que se debe renovar cada año, es un trámite necesario para desempeñar actividades profesionales que impliquen contacto con menores de edad. En él se avala que el trabajador no ha sido condenado por sentencia firme por ningún delito contra la libertad e indemnidad sexual.  

Por otro lado, dada la gravedad de las cinco denuncias que pesan contra Marcelino d.A, la dirección del Highlands El Encinar dará a conocer todas las funciones del personal consagrado del colegio. 

Además, hacia el final del documento que han recibido padres y profesores, aparece un punto llamado Asunción de Responsabilidades. En él, se especifica que "la Junta de Gobierno de los colegios del Regnum Christi analizará la continuidad del director del colegio, Jesús María Delgado, y tomará una decisión en el plazo de un mes". 

Fuentes de Regnum Christi informan de que están "trabajando" en estos momentos para dar una respuesta firme a la crisis en la que se ha visto envuelta la institución desde que Marcelino fue detenido. De hecho, este lunes 10 de marzo, el colegio convocó dos reuniones, una con los profesores y otra con los padres, para dar explicaciones de por qué Marcelino se encontraba trabajando con uno de los sectores más vulnerables del alumnado. 

La situación es especialmente delicada, ya que Marcelino fue secretario personal de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y envuelto en escándalos de abusos sexuales reconocidos a al menos 60 menores. Según ha publicado EL ESPAÑOL en exclusiva, Marcelino fue apartado hace 10 años de otro centro Highlands en el que trabajaba por quejas de los padres que expresaron su descontento tras conocer su pasado y su vinculación con el pederasta confeso. 

La detención de Marcelino

La detención del capellán se produjo durante la noche del pasado jueves 6 de marzo. Una pareja de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) acudió al colegio preguntando por él. Al llegar al centro comprobaron que ya se había marchado y fueron hasta su casa para efectuar el arresto

En su domicilio le comunicaron su detención y le trasladaron a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, donde se ubica la sede de la UFAM. Allí le interrogaron por el contenido de la denuncia que la familia de la menor había interpuesto contra él. 

El párroco estaba en primera instancia investigado tan solo por la primera de las denuncias, por los padres de una niña de seis años, que cursa primero de Primaria, por un delito de abuso sexual.

Sin embargo, con el paso de las horas, el colegio tuvo conocimiento por parte de la Policía de otros cuatro supuestos episodios de características similares, denunciados por los progenitores de los niños y de los que han informado al resto de padres del centro. La Policía Nacional ya indaga en estos casos en una investigación que se encuentra bajo secreto al tratarse de víctimas menores de edad.

La extrema cercanía de este religioso con el depredador sexual que fundó los Legionarios de Cristo es sobradamente conocida debido a multitud de publicaciones en los últimos años. De hecho, fue a él a quien Marcial Maciel reservó el encargo de que repartiese a su muerte su herencia entre los distintos hijos ilegítimos que tuvo a lo largo de su vida.

Concretamente, como publicó Crónica El Mundo, Norma y José, dos de los presuntos vástagos del fundador de los Legionarios de Cristo, tenían que acudir a Marcelino de Andrés para que les hiciera entrega de un fideicomiso que el religioso, pederasta reincidente y confeso, les había guardado en una cuenta en el paraíso fiscal de Las Bahamas.