El Metro de Madrid es uno de los más conocidos del mundo. Cada día miles de personas lo utilizan como medio de transporte habitual, ya sea para ir a trabajar, a visitar a la familia, a la universidad o simplemente para moverse a cualquier punto de la ciudad.
[El precio de los abonos de transporte de Madrid desde septiembre hasta final de año]
Según se puede leer en la propia web del Metro de Madrid, este “cuenta con 294 kilómetros de red, lo que lo convierte en la 13ª red en extensión por detrás del metro de Nueva York, Londres, Pekín, Guangzhou, Seúl, Shanghai y Moscú.”
Y como en todo espacio dirigido al público, existen unas normas dirigidas tanto para el propio uso del metro como para las instalaciones. Hoy nos centramos en una de las que quizá suscita más dudas entre los usuarios, es la que prohíbe que se lleven globos metálicos o de helio.
¿Por qué no se pueden llevar globos metálicos en el metro?
Desde el 28 de octubre de 2016, hace ya casi seis años, entró en vigor una normativa del suburbano madrileño, que era novedosa en aquel entonces. Se trataba de la siguiente: “Metro de Madrid prohíbe el acceso a sus instalaciones de usuarios que porten globos metálicos ante el riesgo de que estos elementos provoquen incidencias eléctricas que afecten a la circulación de los trenes.”
[7 curiosidades sobre el Metro de Madrid]
Y es que, como se puede leer en el comunicado, los globos metálicos o de helio son peligrosos para la instalación eléctrica del metro. Esto es debido a que el material con el que están fabricados este tipo de globos funciona como buen conductor de electricidad, por lo que se corre el riesgo de que se produzcan descargas eléctricas o cortocircuitos.
Según especifica la propia web, ya han sido varios los accidentes que han ocurrido debido a que alguno de estos globos se ha escapado de las manos de algún usuario. Uno de los casos concretos ocurrió al producirse el contacto de uno de estos globos con la catenaria, el sistema que proporciona la energía eléctrica necesaria para que circulen a los trenes. Se enredó en ella y, al pasar el siguiente tren, entró en contacto con otros elementos eléctricos, lo que provocó una descarga eléctrica en la instalación que la dejó inutilizada durante más de una hora.
Todas estas problemáticas fueron razón suficiente para que Metro de Madrid decidiera prohibir la presencia de estos elementos, que a simple vista pueden parecer inofensivos. Ahora ya sabes por qué hay carteles pictográficos en los que se indica dicha medida, que suelen estar situados en la entrada y el vestíbulo de las diferentes estaciones de metro de la ciudad.