Madrid se distribuye a nivel administrativo en un total de 21 distritos, cada uno de los cuales se convierte en una pequeña ciudad por ella misma, con sus propias tradicionales, características y rincones llenos de interés que invitan a ser visitados por otros madrileños y por personas de otras partes del país e incluso del mundo.
Cada uno de estos distritos tiene su propio gentilicio, que en muchos casos refleja el nombre del distrito de una manera directa, mientras que en otros viene dado por otras curiosidades tanto culturales como lingüísticas.
En el distrito Centro nos encontramos con uno de los gentilicios más curiosos, que es el de portasoleños, un término que, como se puede deducir, viene derivado de la emblemática Puerta del Sol, corazón de sus seis barrios; mientras que aquellos que residen en La Latina se identifican con el nombre de alucheros o alucheños, de manera que toman el nombre del barrio de Aluche, uno de los siete que conforman el distrito.
Por su parte, quienes viven en Arganzuela reciben el nombre de arganzueleros, los de Chamartín son chamartireños, y quienes residen en Retiro, retireños. Los vecinos de Barajas, son barajeños y los de Hortaleza, hortalinos, mientras que los Carabanchel son conocidos como carabancheleros.
En la misma línea de los anteriores nos encontramos con los gentilicios de otros distritos como Chamberí (chamberilero), Ciudad Lineal (linealeros), Moratalaz (morataleños), Puente de Vallecas (puentevallecanos), Villa de Vallecas (vallecanos), Salamanca (salamanqués), Tetuán (tetuaneros), Usera (usereños), Vicálvaro (vicalvareños) y Villaverde (villaverdense).
En lo que respecta a los distritos que tienen nombres compuestos, nos encontramos con la curiosidad de que disfrutan de un doble gentilicio, como en Fuencarral-El Pardo, a quienes se les conoce como foncarraleros o pardeños; a los de Moncloa-Aravaca, monclovinos o aravaqueños; y a quienes residen en San Blas-Canillejas, como canillejeros o sanblasinos.
Estos gentilicios muestran la diversidad cultura y social de Madrid, pero también sirven para que los ciudadanos de cada uno de estos distritos puedan tener un mayor sentido de pertenencia y de comunidad. Cada distrito madrileño tiene mucho que ofrecer, cada uno con sus propias características e historias que contar.
¿Por qué a los madrileños se les llama gatos?
Más allá de los gentilicios con los que se conoce a quienes residen en los distintos barrios de Madrid, a todos los residentes en la capital de España se les denomina madrileños, pero, además, algunos de los habitantes también reciben el apodo de "gatos". El origen de este mote se remonta al siglo XI.
De esta forma hay que ir siglos atrás para llegar hasta 1085, cuando Madrid se encontraba bajo el dominio árabe, siendo un enclave militar que era conocido como Mayrit. A pesar de que no hay crónicas de lo que sucedió por aquel entonces, sí que hay muchas leyendas. En una de ellas se indicaba que uno de los soldados que acompañaban a Alfonso VI cogió una daga y la uso para escalar con una gran rapidez la muralla islámica que había sido construida en el siglo IX, para cuando llegó a la parte superior de la misma, cambió la bandera de la media luna por una bandera cristiana.
El monarca se quedó impresionado por la hazaña del soldado, y expresó "Este hombre ha escalado como un gato", lo que supuestamente llevó al infante a cambiar su apellido por el de Gato. Además, el logró que alcanzó quedó para siempre reflejado en el escudo de su familia, en el que se podía apreciar tanto un muro como una daga. A partir de ese momento, surgió la tradición de llamar gatos a las personas valientes, y con el paso del tiempo, también comenzó a ser usada para referirse a todos aquellos nacidos en Madrid.
Sin embargo, hay que destacar que no todos los madrileños se consideran "gatos", pues para poder serlo, sus abuelos, padres y él o ella han tenido que nacer en la capital de España.
Los gentilicios más raros y curiosos de España
Si salimos de Madrid, podemos encontrarnos con algunos gentilicios raros y curiosos a lo largo y ancho del territorio español, entre los que hay que hablar de:
- Sexitanos: así se conoce a aquellos que residen en la población de Almuñecar, en Granada, que actualmente tiene más de 25.000 habitantes.
- Chichilindris: Este curioso gentilicio se utiliza para hablar de los más de 50.000 habitantes de Arroyo de la Miel, en Málaga.
- Botijeros: en Castilla y León, concretamente en la localidad de Dueñas (Palencia), los vecinos son conocidos como botijeros, que viene dado por una vieja leyenda local.
- Gorretes: también en Castilla y León nos encontramos con otro gentilicio curioso como el que reciben quienes residen en Mahamud (Burgos), cuyo nombre da pistas de su origen árabe.
- Moscón: en el Principado de Asturias, cada habitante de Grado (Grau, en asturiano) es conocido por ser un moscón o moscona. El origen del gentilicio es desconocido y alrededor del mismo hay distintas hipótesis y teorías.
- Churriego: los residentes en Miguelturra, en Ciudad Real, son llamados churriegos. En su origen, "churriego" significa algo "mal hecho o desastroso" e incluso "chusma o gentuza". Era un término peyorativo con el que los vecinos de Pozo Seco de Don Gil, Villa Real y Ciudad Real, se referían a los vecinos de Miguelturra, si bien hoy en día ha perdido ese sentido peyorativo.
- Guarromanense: un gentilicio raro y curioso es el que encontramos en los residentes de Guarromán, en la provincia de Jaén, que procede del árabe "Wadi-r-rumman" y que significa "el río de los granados".