¿Para qué sirven en realidad estos asientos del Metro de Madrid?

El transporte de Madrid es un lugar en el que los ciudadanos pasan muchas horas, sobre todo, el Metro de Madrid. Este es el motivo por el que sus viajeros están pendientes de cada detalle y curiosidad, así como las distintas novedades que tiene lugar en los vagones y estaciones. 

El Metro de Madrid acoge a 1,8 millones de viajeros al día y en varias ocasiones se juntan una gran cantidad de personas esperando en el andén la llegada del siguiente tren. En este caso, según el tiempo que va a tardar en llegar, puede que los viajeros que esperan para alcanzar su destino, empiecen a buscar un lugar donde poder sentarse mientras tanto.

Cuando se da este caso, los usuarios del Metro de Madrid se habrán podido percatar de que existen dos opciones. Por un lado, se encuentran los bancos tradicionales y, por otro, una especie de barras en las que apoyarse, que resultan un poco raros e incómodos.

De esta forma, es probable que los usuarios del Metro de Madrid se hayan preguntado más de una vez para qué sirven en realidad estos apoyos o asientos. Si quieres saber más, te lo contamos a continuación. 

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¿Qué son los asientos raros que hay en el Metro de Madrid?

El Metro de Madrid es un lugar en el que abundan las curiosidades, ya que, una gran cantidad de usuarios pasan cada día por sus andenes y vagones, y están pendientes de todo. Por tanto, cuando hay alguna novedad, como es el caso de los nuevos asientos de diferente color, que es una estrategia que se ha empezado a utilizar desde hace poco, hasta unas pegatinas que han empezado a aparecer en algunos asientos, se trata de un asunto que rápidamente se hace viral en las redes sociales. 

No obstante, hay un detalle que lleva un par de años instalado en el Metro de Madrid, pero sobre el cual sigue habiendo muchas dudas. Ya que, muchos usuarios se siguen preguntando a día de hoy para qué sirve en realidad. 

Para entender de que trata el tema, sólo hay que decir que este objeto está muy relacionado con las esperas en las estaciones del Metro de Madrid. El motivo es que en el caso de que tengamos que esperar en el andén la llegada del tren, muchos usuarios suelen buscar un sitio en el que sentarse. Para llevar a cabo este objetivo, contamos con dos opciones. 

¿Por qué son más incómodos que los asientos tradicionales? 

Por un lado, se encuentran los asientos tradicionales que están instalados en los andenes en forma de banco y, por otro, unas barras que a veces los usuarios tratan de usar como asiento. En este último caso, los usuarios se suelen quejar de que se trata de unos asientos un tanto incómodos en los que no pueden llegar a sentarse por completo. 

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El motivo que lleva a esta confusión es que en realidad no se trata de asientos. A estas estructuras se las conoce por el nombre de apoyos isquiáticos. Pero ¿qué es y para qué sirve? Pues, la respuesta a esta pregunta es fácil, ya que, se trata de un apoyo para la parte posterior de la persona, a la altura de las caderas, que cuenta con entre 70 o 75 cm de altura. 

En concreto, este tipo de asientos isquiáticos están destinados para las personas con movilidad reducida y que tienen dificultad para estar sentadas. Por lo que se trata de un tipo de apoyos que cada vez es más frecuente en las paradas de transporte, como es el caso de los autobuses y aeropuertos, aunque en este caso estamos hablando del Metro de Madrid. 

Estos apoyos cuentan con una preferencia de uso 

La causa de que estas estructuras resulten más incómodas que los bancos tradiciones se debe que en realidad no se trata de asientos, sino de apoyos. Así, estos apoyos isquiáticos están diseñados de una forma especial para que las personas con problemas de movilidad puedan apoyarse y levantarse sin hacer grandes esfuerzos. 

Por tanto, el uso de estos apoyos, que muchos pueden confundir con bancos, tienen una preferencia de uso para aquellas personas que tienen problemas de movilidad, por lo que es probable que en más de una ocasión no los hayamos usado de forma correcta. Además de que en el caso de que una persona con movilidad reducida lo necesite, siempre habrá que cederle el sitio. 

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