El pasado mes de mayo, el cabeza de lista de Ciudadanos en Málaga capital abandonó el partido. Juan Cassá creó un terremoto en la política provincial, ya que de él dependía la gobernabilidad del Ayuntamiento de Málaga y, en cierto modo, la sostenibilidad del acuerdo de gobierno en la Diputación.
Desde entonces, el PP se ha deshecho en halagos y detalles con el exnaranja. Hasta el punto de ratificarle como portavoz del equipo de gobierno en la Diputación y nombrarle responsable de Relaciones Institucionales del ente supramunicipal. Sus adversarios, debido a las altas retribuciones que percibe, le apodan "Messi". Se embolsa 93.000 euros cada año.
Este martes, el Tribunal Supremo publicó una sentencia relativa al caso Purificación Lluch, concejal de Ciudadanos que pasó al grupo de no adscritos en Font de la Figuera (Valencia). En 2015 fue elegido alcalde el candidato de Compromís con tres votos de su partido, dos de PSPV-PSOE y uno de Ciudadanos. Seis días después de la elección, la concejala de Ciudadanos pidió el pase a concejal no adscrita. Después fue nombrada Primer Teniente de Alcalde y un sinfín de cargos más.
Las similitudes con la situación de Cassá son evidentes, ya que en ambos casos los tránsfugas han resultado premiados con nombramientos que han aumentado su retribución. Es en este punto donde la sentencia aclara: "Los concejales tránsfugas no pueden asumir nuevos cargos o retribuciones que supongan mejoras políticas y económicas". En el caso de Lluch, deberá devolver más de 18.000 euros por esas mejoras.
Una vez que Cassá abandonó Ciudadanos, el PP comenzó su cortejo para proteger el poder. Los populares le mantuvieron como portavoz del equipo de gobierno en la Diputación, a pesar de las quejas del vicepresidente Juan Carlos Maldonado, de Ciudadanos, quien exigió el cumplimiento del pacto antitransfuguismo.
Aquello fue en junio y nada ha cambiado: Cassá no sólo sigue como portavoz, sino que ha aumentado su carga laboral con la asunción de las Relaciones Institucionales del ente. El pacto entre PP y Ciudadanos pende de un hilo en la Diputación. Los populares cuentan con 15 diputados -la mayoría se alcanza con 16- y consiguieron gobernar junto a Ciudadanos a cambio de la vicepresidencia y la portavocía.
Además, desde Ciudadanos en Andalucía se han encargado de hacer constar el descontento por la situación. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, ya avisó en julio de que su formación "no puede compartir gobiernos con tránsfugas".
El Ayuntamiento, pendiente
Si se rompiera el pacto del PP con Ciudadanos en la Diputación, Francis Salado no perdería la presidencia; podría seguir teniendo mayoría con el voto de Cassá, pero afectaría al gobierno de la capital. En Málaga, Francisco de la Torre alcanzó los 14 concejales y pactó con Ciudadanos, que aportó dos. Con la salida de Cassá como concejal no adscrito necesitan mantener tanto su voto como el de Noelia Losada, la única edil que le queda a los naranjas en el Ayuntamiento.
Cassá sigue apoyando al PP gracias a su nombramiento como diputado de Relaciones Institucionales. Por ello, esta sentencia, que interpreta y ratifica el artículo 73.3.3 de la Ley reguladora de las bases del Régimen Local (LRBRL), supone un punto y aparte en las relaciones entre PP y Ciudadanos en el ámbito municipal y provincial.
Fuentes del entorno de Ciudadanos confirman que, a raíz de esta sentencia, estudian solicitar el cese de Cassá, al menos, en su cargo como diputado de Relaciones Institucionales. Además, hace una semana solicitaron en el Ayuntamiento que el concejal no adscrito viera aminoradas sus retribuciones por asistencia a comisiones, algo que, específicamente, queda fuera de la sentencia del Supremo.
El tránsfuga cobra anualmente más de 93.000 euros. Además, hace dos semanas cobró 500 euros por la asistencia a una comisión en la que no intervino y a un pleno de tres minutos de duración. Esta jornada económicamente tan provechosa le ha valido a Cassá el apodo de "el Messi de la política". El que fuera líder de Ciudadanos en Málaga no ha dudado en dejarse querer por los populares. En su última aparición pública, el 25 de septiembre, confirmó que no descartaba pasarse a las filas del PP.