Málaga

El Real Cuerpo de Bomberos de Málaga va camino de cumplir tres años en huelga. Fue en marzo de 2017 cuando comenzó un proceso que hasta hace unas semanas parecía encontrar la luz al final del túnel. Las reivindicaciones pasaban por mejorar la categoría de los bomberos, que eran funcionarios con nivel C2; elaborar un nuevo reglamento interno, el anterior era de mitad del siglo pasado; y una regularización de jornada que pasa por una mayor dotación personal.

En conversación con EL ESPAÑOL, Avelino Barrionuevo, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, confirma que existe un acuerdo de funcionarios para este extremo: “Se trata de una promoción interna comprometida para 2023, pero se va a realizar con fecha 2021”. Este cambio al grupo C1, una de las primeras reivindicaciones, fue firmado por todos los sindicatos con representación excepto por el SAB. Esta reclasificación implica un aumento de un millón de euros aproximadamente entre nóminas y complementos que ya están consignadas en los presupuestos de 2021.

En cuanto a la renovación del reglamento, Barrionuevo confirma que “está redactado y listo”, pero que busca el mayor consenso posible. Su compromiso, pactado así con los huelguistas, es que en el primer semestre de 2021 entre en vigor. Uno de los puntos que generaron el inicio del conflicto era la gestión del servicio, que se basaba en pautas en desuso. El nuevo reglamento reestructura los servicios en el sentido que los bomberos reclamaban. La tercera reivindicación es una regularización de la jornada. “Actualmente hay una oferta de 20 plazas, pero está prevista que a lo largo de 2021 se convoquen, al menos 27 plazas para bomberos y una de oficial técnico”, afirma Barrionuevo.

Pero la huelga sigue activa. El comité se levantó a comienzos de esta semana de la mesa de negociación. Por otro lado, Barrionuevo ha confirmado a EL ESPAÑOL que el próximo martes, 10 de noviembre, tendrá una reunión con el comité. Los bomberos achacan al Consistorio que quiera retrasar los tiempos de las conversaciones para que los huelguistas se tengan que adaptar al convenio colectivo al que los aproximadamente 3.000 empleados del Ayuntamiento se podrán acoger. Sin embargo, diferentes fuentes sindicales apuntan a que esta es una situación en la que “se demuestra la falta de empatía” de los bomberos, que “sólo quieren soluciones para ellos, no para el conjunto de los trabajadores”.

Desde estas mismas fuentes se afirma que “mantener la huelga no es más que un movimiento interesado”. Entre 2019 y 2020 los bomberos han hecho más de 9.000 horas extra: “Realmente no se puede hablar de huelga, porque están trabajando incluso más horas de lo habitual” y eso se refleja en la nómina. Las guardias de 24 horas que han realizado los bomberos en huelga han supuesto, aproximadamente, un gasto de 200.000 euros a las arcas municipales.

En caso de paro, el servicio de bomberos, al considerarse como actividad esencial, debe estar cubierto al 100%, de ahí la necesidad de cubrir turnos. “En la época de Zapatero no se permitió reponer las plazas necesarias en bomberos, sólo el 30%”. Esto hace que actualmente exista un déficit que desde el Ayuntamiento de Málaga se pretende cubrir con la oferta de veinte nuevas plazas ya ofertadas. A eso hay que sumar la consolidación de un máximo de ocho puestos que, tras cinco años de litigio después de un proceso de selección, la Justicia ha obligado a volver a baremar.

El mundo sindical, además, anda revuelto en torno a las exigencias de los bomberos. El sindicato mayoritario en la Casona del Parque es UGT, estando también representados el Sindicato Independiente de la Policía, la Unión de Policía Local y Bomberos, CCOO y el Sindicado Andaluz de Bomberos. El Consistorio paga las nóminas de 3.000 funcionarios, de los que en torno a 300 son bomberos. “Ahora el Cuerpo de Bomberos está muy dividido tras tanto tiempo de huelga”, confirman fuentes sindicales.

Sólo el SAB, específico de bomberos, apoya la huelga. De entre los demás sindicatos, cunde la opinión de que este escenario sólo responde al interés económico: “Interesa que se mantenga porque así cobran las horas extra”, comentan representantes de los trabajadores que, igualmente, apuntan a que el conflicto está en horas bajas: “En las últimas asambleas no han acudido más de 40 personas”.

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