Paqui lleva casi tres años viviendo en su casa de Ardales, en el Camino de Serrato. Era la casa de campo a la que se iba los fines de semanas con su marido, ya fallecido. Anoche pasó miedo. La lluvia ha dejado más de 150 litros por metro cuadrado, pero no fue sólo eso: “Hacía tanto viento que parecía que iba a arrancar los tejados”, comenta Paqui, que sigue incomunicada en su casa.
En esta ocasión ha tenido la suerte de estar acompañada por su hija, pero la gran inundación de 2018 le pilló por sorpresa sola en su finca: “Cayeron 450 litros por metro cuadrado y se anegó todo”, comenta. Su hija, que está de vacaciones, tiene un coche que no puede utilizar a última hora de este jueves: “Para salir de la finca hay que tener un todoterreno”, explica Paqui. El carril que conecta Ardales con su casa ha estado impracticable desde la madrugada hasta pasado el mediodía; un día después, confirma que no pueden circular automóviles turismo.
El alcalde de Ardales, Juan Alberto Naranjo (Izquierda Unida), en conversación con EL ESPAÑOL, ha relatado que desde bien temprano en la madrugada él y sus compañeros concejales han estado en el terreno controlando la situación: “Hemos dormido poco, a las 4 de la mañana estábamos ya en la calle”, hasta las siete de la tarde, que han conseguido llegar a la última de las viviendas incomunicadas del municipio no han respirado tranquilos.
A lo largo del día calcula que ha habido cerca de 30 vecinos incomunicados en las pedanías de La Torre y El Aduar. “Sólo en los destrozos que ha causado el agua en los caminos calculamos que hay en torno a 800.000 euros en daños”, apunta el alcalde. Recuerda que las inundaciones de 2018 causaron muchos daños.
La teniente de alcalde, Irene Calderón, ha confirmado a EL ESPAÑOL que toda la nueva urbanización de las calles está preparada con alcantarillado: “Pero los grandes daños se han producido en los carriles que conectan con las pedanías”, afirma. También el Museo de la Prehistoria ha sufrido daños, por culpa de la lluvia: “Salía el agua de los enchufes”.
Mañana por la mañana el alcalde publicará el decreto de Alcaldía con el fin de que se declare Ardales como Zona de Emergencia. Desde la Junta de Andalucía han informado de que se han gestionado más de 130 avisos, de los cuales 90 procedían de Málaga. “En Málaga, el viento ha provocado caída de ramas, árboles, cornisas y elementos de mobiliario urbano, incidencias de tráfico en carretera y anegaciones puntuales en viviendas, locales y garajes, sin que ninguno de estos incidentes haya provocado heridos”, confirman desde el 112.