Desde 1971 regalando experiencias a los paladares de Málaga. Y a los de fuera. Ubicado en la Plaza de la Merced, este mesón ha sido un imprescindible en la hostelería malagueña.

En marzo cumplió 50 años desde su apertura. Pero no se pudo festejar. El Cortijo de Pepe tuvo que echar el cierre debido a la situación sanitaria. La pandemia dejó al centro de Málaga sin uno de sus referentes gastronómicos.

La ausencia de turistas y de tráfico de personas por las calles del casco histórico han pesado demasiado. Se vieron obligados a tomar la decisión más complicada de su vida: cerrar hasta nuevo aviso.

Su ubicación, calidad de su producto y, sobre todo, el trato de su personal. Estas son las señas de identidad más reconocidas de este mesón, muy querido por los vecinos de la zona.



Este lugar está repleto de recuerdos de los malagueños. Y que, a pesar de haber echado el cierre, pueden seguir perdurando en el tiempo. Porque El Cortijo de Pepe no dijo adiós; sino hasta pronto.

Reapertura del local

Málaga y su gastronomía está de enhorabuena. El mítico restaurante El Cortijo de Pepe ha anunciado que "muy pronto" va a abrir de nuevo sus puertas. Esta "excelente noticia" se ha festejado entre los vecinos de la zona. A algunos de ellos, todavía, les había cogido por sorpresa.

La esperanza de poder reabrir ha superado a la tragedia de tener que cerrar. Así, Francisco Ramos, dueño del local, tiene la oportunidad de seguir perforando el gusto de los malagueños. Han conseguido volver.

Su variedad de platos tradicionales y su excelente emplazamiento. Son razones suficientes para pensar en una excelente recuperación. Mantiene la esencia de la Plaza de la Merced, custodiado por el mismo Picasso.

Obligados a bajar la persiana

La pandemia del coronavirus trajo consigo una estela de restaurantes que se han visto obligados a bajar la persiana. Especialmente llamativo -ý doloroso- resulta en los establecimientos del centro

Málaga, acostumbrada a mantener sus calles repletas de malagueños y turistas, se ha visto como un solar. Y este hecho ha terminado castigando a muchos locales. El centro se ha quedado huérfano de algunos de sus restaurantes más longevos.

La complicada situación sanitaria no vislumbra una pronta recuperación. Pero ojalá el caso de El Cortijo de Pepe sirva de pretexto. Málaga y su gente siempre los recibirán con los brazos abiertos.

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