Málaga

Si un héroe es aquella persona capaz de realizar una hazaña extraordinaria, "especialmente si requiere mucho valor", muchos de los guardias civiles que patrullan a diario por la provincia de Málaga merecen ese distintivo. Siendo reseñable la labor de todos los efectivos del Instituto Armado, hay historias que merecen un reconocimiento especial. 

Y entre ellas está la de Julián García y José Antonio Pérez, dos agentes de la Benemérita que en noviembre de 2017 participaron en una importante operación policial contra una organización dedicada al tráfico internacional de marihuana. 

En el marco de esta operación, llamada Carambola, Julián sufrió una agresión brutal por parte de uno de los integrantes de la banda, que "con el objetivo de eludir su detención, lo arrolló y lo arrastró brutalmente con su vehículo, dejándolo malherido en el asfalto; el delincuente, lejos de desistir en su agresión, dio marcha atrás e intentó volver a atropellarlo", han relatado para justificar el reconocimiento otorgado.

Pese a la severidad de la agresión, el resultado hubiese sido letal de no haber intervenido su compañero, José Antonio. Fue él el que evitó que el delincuente lograra su pretensión de atropellarlo fatalmente.

"Arriesgando su propia vida, logró forcejear con el delincuente y girar el volante del vehículo para evitar que su compañero fuera atropellado de nuevo; y todo ello mientras era arrastrado a gran velocidad por la carretera", han destacado desde la Guardia Civil. En su hazaña, logró detener el vehículo y arrestar al delincuente. 

"Lo volvería a hacer por él y por cualquiera de mis compañeros una y otra vez"

José Antonio Pérez, guardia civil distinguido

Por todo ello, ambos guardias han recibido este lunes, en el marco de los actos conmemorativos del día de la patrona de la Guardia Civil, la Cruz al Mérito con Distintivo Rojo. La encargada de condecorarlos ha sido la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

Julián está retirado del servicio debido a las heridas sufridas en aquella operación. Ahora, casi cuatro años después, se expresa con optimismo y agradecimiento. "Es un placer que nos reconozcan el trabajo hecho, porque aquí se está a las buenas y a las no tan buenas", explica.

"Fue un lance de servicio; a toro pasado se podrían hacer muchas cosas, pero en ese momento… El peligro estaba ahí y había que actuar", reflexiona, lanzando palabras de agradecimiento para José Antonio, el compañero que, en resumidas cuentas, le salvó la vida. "Él fue el que me sacó del coche".

La valentía demostrada por José Antonio es indudable. Pero ¿volvería a actuar de ese modo? "Lo volvería a hacer por él y por cualquiera de mis compañeros una y otra vez", dice sin dejar espacio a la duda. "Han sido años difíciles; yo escapé mejor que él, pero él ha estado muy mal", recuerda. Y apostilla un mensaje concluyente: "Ser compañeros implica estar a las buenas y a las malas; poder celebrarlo ahora junto a él y al resto de mis compañeros es un orgullo".

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