-Desde Foro Regulación Inteligente llevan tiempo advirtiendo del impacto negativo que los bloqueos administrativos pueden tener para la economía de la provincia de Málaga y, de manera particular, para la capital.
-Entramos en el debate específico de Málaga porque ha tenido un crecimiento muy fuerte en los últimos años. Si nos vamos a 2019, que marca el escenario económico al que tenderá cuando hayamos superado la pandemia, la provincia captó más de 25.000 nuevos habitantes. Se ha convertido en un imán de población, es una entrada de trabajadores.
Pero si el parque de viviendas sigue estando en niveles de crecimiento ínfimos... Los aumentos de población se comparan con los de Madrid, Cataluña, Baleares. Está empezando a jugar en la primera división de la economía española, pero si no se toman decisiones al final los costes sociales y económicos serán importantes.
-¿Puede precisar a qué costes se refiere?
-Hablamos de un mercado de vivienda cada vez menos accesible debido a la escasez de oferta. Al no desarrollarse la suficiente oferta para acomodar ese aumento de población se pierde mucho dinero por el camino. Hemos dado algunas cifras que son mareantes, pero hechas con estimaciones conservadoras. Hablamos de miles de millones de inversión perdidos y decenas de miles de viviendas que al no realizarse generan un déficit y encarecen los precios.
En la provincia hay soluciones razonablemente efectivas, como las aplicadas en Marbella. Quién iba a decir que habláramos del urbanismo de Marbella como algo que funciona bien y a seguir, pero es que lo es. En Málaga se dan visados por parte del Ayuntamiento a tres o cuatro meses y en la capital son como cuatro veces.
"La provincia está empezando a jugar en la primera división de la economía española, pero si no se toman decisiones los costes sociales y económicos serán importantes"
-¿Eso puede provocar un rechazo de la inversión?
-Son oportunidades perdidas. En Málaga no tenemos que conformarnos con tener más desempleo del necesario ni menos inversiones. Hay que aspirar a tener lo justo y necesario para que la ciudad y la provincia se beneficien de todo el potencial que tiene.
-¿Cómo se puede solucionar esta situación en Málaga capital?
-Se ha acumulado una falta de inversión en nuevas tecnologías preocupante en el Ayuntamiento. Cuando hemos bajado al terreno con promotores, arquitectos, ingenieros, nos han contado que en algunos casos los soportes empleados son MS2. Las partidas que se anunciaron en su momento han sido minúsculas y muchas no se han ejecutado. Todo el sistema está anticuado. La mitad de los trámites se tienen que hacer presencialmente y los tiempos de espera son los que son. Llegan a cuatriplicar lo que marca la ley.
Hay que tomar nota de lo que funciona. Lo que funciona es Marbella, que ha reconocido que no tiene un sistema efectivo y ha delegado la tramitación del papeleo al propio sector privado. Los arquitectos ponen los recursos humanos. Han suscrito convenios para que les preparen la documentación, de manera que el funcionario va a mesa puesta, se encuentra un expediente ya corregido de defectos de forma, por ejemplo. Eso permite rebajar los tiempos.
-Aquí en Málaga parece que se abre esa puerta con el Colegio de Arquitectos.
-Del Ayuntamiento de Málaga no opinamos por casualidad sino en función de los resultados de nuestras recomendaciones en otras comunidades. Urbanismo da a entender que ha hablado con los arquitectos. Pero hasta que no haya soluciones, con la firma de un convenio de ese tipo o inversión en digitalización, no debemos dar por buena la palabra de ningún político. Nosotros miramos con buenos ojos al Ayuntamiento de Málaga, decimos que Málaga va bien, pero nos preocupa este tema y entendemos que no se está actuando de la manera correcta.
-Destaca el buen momento de Málaga. Pero todo eso puede verse frenado si no se solucionan las cuestiones burocráticas.
-Una de las grandes ventajas de la economía de mercado es que si se toman las medidas adecuadas puede generar mucho bienestar para las personas. Pero en Málaga vemos que los precios de la vivienda han aumentado entre un 30% y un 40% en la pasada recuperación hasta la pandemia. Nos quedamos con la sensación de que Málaga avanza, pero en algo tan importante para las familias, como es la vivienda, se producen encarecimientos que están por encima de la mejora de los salarios.
"Existe un exceso de celo que parte de una concepción errónea, en el sentido de que el constructor es culpable antes de que demuestre su inocencia; se piensa que el proyecto no se va a ajustar y lo raro es que lo haga"
Que venga o no un fondo de inversión a Málaga al ciudadano de a pie le puede parecer más o menos importante. De hecho, cuando hablamos de grandes inversiones, hasta generan recelo. Pero lo que hay debajo de este tipo de inversión es vivienda, son casas para acomodar a los nuevos malagueños y a los jóvenes que se quieren emancipar. O a personas que quisieran alquilar a un precio razonable.
-Una de las razones a las que apelan los ayuntamientos es la excesiva regulación que hay a nivel regional. ¿Está de acuerdo?
-Esto no es sólo una actuación municipal. Hay algunas actuaciones que obligan a ir a una, dos o tres colas. Lo más triste de todo es que los expedientes no se pueden tramitar de forma simultánea. No puedes registrar el proyecto en cuatro ventanillas y que cuatro instancias diferentes vayan revisándolo. Lo razonable sería plantear una reordenación y alinear todo mediante un protocolo de actuación conjunto entre los gobiernos municipal y autonómico y en algunos aspectos de organismos nacionales.
-¿Y por qué no se hace?
-Quizás por exceso de celo del regulador que mira al urbanismo de manera recelosa. El tiempo demuestra que España es uno de los países donde más controles previos se piden para el desarrollo de viviendas. Esto explica muchas cosas, como los problemas de corrupción que se han dado pegados al urbanismo, por el hecho de que al haber retrasos tan grandes en los procesos la gente ha buscado atajos fuera de la ley. Es lamentable. Ese exceso de celo parte de una concepción errónea, en el sentido de que el constructor es culpable antes de que demuestre su inocencia, se piensa que el proyecto no se va a ajustar y lo raro es que lo haga.
-Ahora parece que vivimos unos años en los que el urbanismo no es tan sospechoso.
-Es verdad que en Málaga tenemos cercano el caso de Marbella, con la corrupción sistémica. Aunque venía desde la misma Alcaldía. Cuando el jefe de la tribu está directamente implicado es normal que se generen este tipo de estructuras tan negras. El urbanismo se dedica sobre todo a la vivienda, un bien de primera necesidad. Es fundamental generar confianza en torno al mismo y la mejor manera es eliminando la arbitrariedad, con reglas sencillas y sin obstáculos innecesarios.
-Hablaba de los precios y lo que dedica una familia a la compra o alquiler de una vivienda. El Gobierno va a intervenir en el mercado del alquiler. ¿Le parece razonable?
-Ha generado consenso en todo el sector. No ha gustado que se planeasen estas intervenciones porque ya se han hecho en otros países y conocemos sus resultados. Desde Suecia hasta Francia. Lo que se hizo con la renta antigua en España fue un control de precio, congelando el alquiler. Eso anuló todo incentivo de invertir en vivienda para alquilar. Ante eso, lo que hacen los propietarios es sacar las viviendas del mercado del alquiler vendiéndolas o alquilando en negro. Es paradójico que Podemos, muy escorado a la izquierda, esté coincidiendo con postulados equivocados del Franquismo, que cuando quiso controlar los precios lo que hizo fue destruir el mercado de la vivienda.
"Es paradójico que Podemos, muy escorado a la izquierda, esté coincidiendo con postulados equivocados del Franquismo, que cuando quiso controlar los precios lo que hizo fue destruir el mercado de la vivienda"
Tenemos un ejemplo reciente en Barcelona, donde entró en vigor una ley que permitía controlar el alquiler en zonas tensionadas. Lo que vimos, según los datos de Idealista, es que hubo una caída de la oferta del 42% y la evolución de precios no fue mejor que en Madrid.
Si sólo en 2019 llegaron 25.000 personas a Málaga es evidente que en algún sitio tienen que vivir y si ese aumento no se acompasa con una mejora en la oferta residencial, tienes un déficit y los precios se van por las nubes. Se puede hacer mucho bien a las familias promoviendo un aumento de la oferta que responda a esa necesidad social.
-Cuando se habla de Málaga como protagonista del sector nacional. Algunos creen que puede incluso llegar a estar por encima de Barcelona. ¿Es posible?
-A favor de Málaga juegan dos cosas: que Andalucía ha entrado en un círculo de mayor crecimiento y parece que sus indicadores de desarrollo están mejorando y que Cataluña ha entrado en una espiral de peores datos. Algo que se explica, sobre todo, por una cuestión de riesgo político. Hay una amenaza latente de las fuerzas de corte separatista. Uno de los grandes beneficiarios es Madrid pero hay inversiones que por unas u otras razones no se ajustan a Madrid y sí se pueden ajustar a Málaga.
De ahí que se juegue con la noción de que Málaga podría ser la nueva Barcelona. Reúne las condiciones de ciudad costera, mediterránea, con atributos comparables a los que en su día generaron muchas expectativas y que Cataluña y Barcelona no han sabido cristalizar del todo. Han sido casi tres décadas perdidas. Se ha visto sorpasada por País Vasco y Madrid.
"Málaga sería la punta de lanza de la tesis que situaría a Andalucía como una región que podría llegar a tener un peso mayor con el paso de los años"
Málaga sería la punta de lanza de la tesis que situaría a Andalucía como una región que podría llegar a tener un peso mayor con el paso de los años. No me parece estrambótico, pero hay que ponerlo en su contexto. No sólo es por el poderío de Málaga, sino también por las malas políticas que se están aplicando en Cataluña.
-¿Entiendo de sus palabras que no es descabellado pensar en ese salto?
-Es importante ver cómo la gente vota con los pies, adonde se traslada el talento humano. Hay cifras demoledoras, como que Madrid sea capaz de captar como hasta ocho veces más población que Cataluña. Y en el caso de Málaga, la provincia se sitúa como una de las cinco con más crecimiento. Sevilla crece tres veces menos. Málaga ya está en ese camino. Puede resultar excesivamente optimista, pero si se mantienen las dos tendencias, con esa Málaga que va a mejor y con esa Barcelona y Cataluña que van a peor, es una tesis que tiene sentido.
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