Juan Carlos Maldonado, vicepresidente de la Diputación Provincial de Málaga, ha tardado poco en lanzarse a jugar con su nueva situación de independiente. Tras su abrupta e inesperada salida de Cs, el exalcalde de Mijas no ha dejado apenas tiempo antes de lanzar sus primeras amenazas a la estabilidad del gobierno provincial. Si hace un año criticaba a Cassá por secuestrar a la Administración, hoy es él quien incumple su compromiso firmado: no devolverá el acta y, a la vista de sus primeras actuaciones, tratará de sacar el máximo rédito personal de su posición de poder.
Ataques directos al presidente, Francis Salado, críticas a su partido y una importante dosis de teoría de la conspiración alimentada por algunos de sus más cercanos compañeros de su antiguo partido: "Hay un pacto oscuro entre el PP y Cs contra mí", llegó a destacar en su carta de despedida de la formación liberal.
Este miércoles, además, se despachaba a gusto en una entrevista concedida a Diario Sur. Maldonado entraba en el cuerpo a cuerpo contra su todavía compañero de gobierno en la Diputación: "Francis Salado no está a la altura de los malagueños", afirmó vehementemente. El mijeño ha empezado muy fuerte su nueva carrera como independiente una vez que ha dejado la formación liberal. Mientras que Maldonado habla de una conspiración en su contra por parte de Juan Marín y el PP andaluz, desde Ciudadanos siguen sin entender el movimiento.
Caminos abiertos
Fuentes del entorno de Juan Carlos Maldonado confirman a EL ESPAÑOL de Málaga que tampoco esperaban una decisión tan taxativa en tan poco tiempo: "Le pregunté si se lo había pensado y me dijo que lo tenía claro", afirma un antiguo compañero de partido a este medio.
Desde su entorno indican que "Juan Marín está detrás de todo, tiene acuerdos con el PP y están yendo contra todos los que trabajamos o hemos trabajado por el partido. Sólo quieren aduladores". Mientras el entorno de Maldonado insiste en que su salida como responsable de Sabor a Málaga es una maniobra de las altas esferas políticas, todas las fuentes consultadas indican que, más al contrario, se trató de un cambio estratégico para no permitir que la marca se hundiese.
Ahora Maldonado busca una ruptura, al menos verbal, con el equipo con el que había venido trabajando. El ataque personal y directo a Francis Salado, quien hasta el momento siempre ha defendido su excelente relación personal, ha pillado en fuera de juego a la Diputación.
El primer camino y por el que es posible que pueda transitar a corto plazo es el de unirse a Por mi pueblo, la formación del expopular Abdeslam Lucena y donde ahora es secretario de comunicación el exlíder de Cs, el asturiano Juan Cassá. Maldonado y Cassá, otrora enemigos íntimos, hoy podrían cooperar y trabajar juntos en un proyecto en el que se han ido uniendo retales de otros partidos, como el exalcalde socialista de Vélez, Antonio Souviron.
En el caso de que Maldonado dejase de apoyar al actual equipo de gobierno de la Diputación Provincial, se convertiría en un tránsfuga, según la definición legal del término. Mientras que el mijeño se mantenga apoyando a Salado sólo podrían achacársele faltas morales.
La estrategia del vicepresidente ha sido comenzar con trazo grueso para forzar una reacción virulenta a sus ofensivas palabras. ¿Acaso Maldonado busca ser cesado para forzar una nueva negociación?
En cualquier caso, si el PSOE de Dani Pérez consiente un movimiento para descabalgar al PP apoyándose en Cassá y Maldonado comenzaría su liderazgo dando un golpe muy negativo a su lealtad institucional. En este sentido, preguntado por ese extremo por este medio, el PSOE ha negado rotundamente haber tenido contactos con Juan Carlos Maldonado.
Cuitas internas
Por otro lado, fuentes de Ciudadanos indican que este no es más que otro movimiento que atribuir a Fran Hervías. Es un "nuevo disparo de Génova contra Andalucía", indican. Sobre todo tras la escenificación de beligerancia el pasado fin de semana en el congreso regional de los populares en Granada.
Desde la formación liberal no dan crédito a la nueva relación de cercanía entre Juan Cassá y Juan Carlos Maldonado y afirman que "no se trata de una operación contra Cs, sino de una continua lucha contra el Gobierno andaluz y contra el PP y Cs en Andalucía".
Por último, este miércoles se celebra el pleno ordinario del mes de noviembre en la Diputación. Un pleno que promete ser tenso e intenso, tanto porque se prevé que sea la definitiva escenificación de la ruptura -hasta el momento inexistente- entre Maldonado y Salado.