Diversificar su economía y apostar por la digitalización y la innovación. Esos son los dos pilares estratégicos que han atraído a Jordi Gallardo (ministro de Economía y Presidencia del Principado de Andorra) a Málaga, aprovechando la celebración de Transfiere, el Foro Europeo para la Ciencia, Tecnología e Innovación. Sin embargo, no ha sido la única razón de ser de esta visita. La búsqueda de sinergias, el estudio de un modelo de parque tecnológico competitivo, el análisis de ideas, la presentación de proyectos y el encuentro con jugadores de eSports han vertebrado una agenda en la que los componentes digitales han desempeñado un papel fundamental.
Gallardo destaca el papel que está teniendo esta ciudad dentro de los ecosistemas europeos. Subraya que la ciudad está siendo un referente a la hora de impulsar hubs tecnológicos. En conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, reflexiona sobre la necesidad de implementar un sistema en el que estos activos cobren protagonismo, evitando volver a repetir experiencias similares a la del inicio de la pandemia. Sobre el debate existente acerca del empadronamiento de youtubers en su país, considera que reducirlo al atractivo fiscal es "simplista".
¿Cómo surge la idea de que Andorra venga a Málaga?
Vinimos por primera vez en el mes de septiembre, después de haber realizado un análisis sobre las ciudades que están impulsando una transformación digital y que son un referente en innovación. Andorra tiene un proyecto de país que gira en este sentido; tenemos en mente impulsar un parque tecnológico y sus respectivas infraestructuras. Cuando buscamos espejos en los que mirarnos, en los que el sector público y privado impulsen estos planes y con buenos resultados, vimos que Málaga era una de las referencias. En aquel encuentro coordinamos un primer contacto con el Parque Tecnológico, conocimos las instalaciones y mantuvimos una reunión con la directora de relaciones institucionales.
Hemos celebrado la semana de la innovación, donde presentamos nuestra estrategia de país con los partners internacionales que nos están ayudando, y aprovechamos para invitar al Parque de Málaga. Su directora nos dio una charla fascinante, explicando cómo han implicado el sector público, privado y la Universidad.
Ahí tratamos la posibilidad de establecer una colaboración que nos ayudara a definir nuestro modelo de PT, y por ello esta segunda visita. Hemos participado en Transfiere para explicar lo que estamos haciendo desde Andorra, como conseguir la entrada del país en la Asociación Internacional de Parques Tecnológicos y zonas de Innovación, y profundizar en esa relación que es interesante por las sinergias que se pueden dar. Málaga es una realidad en proyectos como el Rayo Verde o el Polo Digital. Y ahí estamos nosotros para aportar y aprender de esta ciudad.
¿En qué perciben esos valores positivos con los que cuenta Málaga?
En el impacto de su economía real, con la creación de puestos de trabajo y retención de talento. La ciudad está adquiriendo mucho dinamismo alrededor de las nuevas tecnologías y se están generando carreras gracias a la integración de la UMA dentro del Parque. Málaga es un modelo a seguir. Tenemos un cierto paralelismo en cuanto a la necesidad de diversificar nuestro modelo productivo, dependiente de sectores muy tradicionales como el turismo. El 60% de nuestro PIB depende de esta actividad, aunque también tienen importancia las finanzas o la construcción. Desde el principio de legislatura, y antes de que llegara la pandemia, tuvimos claro que había que diversificar este modelo, así que hemos apostado por la economía digital. Nuestro radar nos dirige a Málaga como referente para impulsar hubs tecnológicos para estimular y verticalizar esta estrategia.
¿Por qué han decidido focalizar estos esfuerzos en el aspecto tecnológico y digital, y no en otros que también tienen un mercado fuerte detrás?
Empezamos la legislatura con doce sectores en mente que surgen de la propia reflexión de la sociedad y el tejido empresarial andorrano. Llevamos mucho tiempo diversificando y buscando un modelo que encajara con lo que queremos ser. Entre esas opciones señalamos doce grupos con un claro componente digital: eSports, blockchain, activos digitales, audiovisual, biotecnológico, salud y wellnes, entre otros. Iniciamos esa hoja de ruta y hemos ido definiendo cada uno de los elementos, centrándonos en los que creemos que podemos ser competitivos.
A nivel de elementos a nuestro favor, tenemos una conectividad muy buena, con un entorno seguro, buenas infraestructuras, calidad de vida, y la apuesta clara para competir en la economía digital. Gracias a nuestro tamaño de país pequeño no estamos siendo penalizados. Al contrario, es algo que nos permite ser más ágiles y flexibles. Esa es la razón por la que decidimos centrarnos en los sectores de la economía digital.
Por ejemplo, la primera ley que como ministro llevé al parlamento fue sobre los eSports; luego vinieron otras, como el reconocimiento de la certificación blockchain. También tenemos en mente aprobar la ley de activos digitales antes del verano.
¿Qué supone esta ley de activos digitales?
Prevé figuras interesantes para nosotros, como las zonas económicas especiales, que nos va a permitir impulsar los distritos digitales o hubs tecnológicos en esos sectores en los que podemos aportar. De los doce sectores iniciales, nos hemos quedado en cinco (eSports, biotecnología, activos digitales, blockchain y fintech). Creemos que somos capaces de ser competitivos en un entorno sunbox en el que el fintech va a ser una palanca que nos va a ayudar y permitir introducir esa vertiente.
Otro sector por el que estamos apostando, pese a las complicaciones que pudo acarrear en un primer momento, es el biotecnológico. Con la llegada de Grifoll, un laboratorio de investigación inmunológica que se va a establecer en Andorra, hay empresas que nos están mirando y tanteando la posibilidad de instalarse en nuestro país.
En el caso de Andorra, la pandemia supuso una bajada del PIB de 12% (algo similar a España, con casi el 11%). ¿Fue un punto de inflexión para acometer estas reformas?
No, pero yo diría que lo aceleró. La ley de eSports ya llegó antes de la pandemia. Esto ha servido para darnos cuenta de que un cierre de fronteras es un golpe terrible para un país que depende en un 60% del turismo. Puedes imaginarte la tensión y la caída de la economía, todo ello dentro de un mercado muy pequeño y que no era suficiente para mantener parte de los negocios dedicados a esta actividad. Nos ha servido para reforzar el convencimiento que habíamos tomado y apresurarnos en ello. Lo que queríamos hacer en dos o tres legislaturas, ahora lo tenemos que implementar mucho más rápido.
Mientras otros países estaban esperando a recuperar cuanto antes la antigua normalidad, ustedes han aprovechado este escenario para implementar los cambios
Andorra es un país en el que el turismo tiene mucha importancia. No hemos dado la espalda a esos sectores. Al contrario, creemos que la innovación y la digitalización nos tienen que ayudar a ser más competitivo. Vamos a reforzar esos grupos, pero intentando que la dependencia sea menor para que, si vuelve a producirse una situación como la que hemos vivido, el país tenga más músculo financiero y pueda continuar adelante. La suerte del corto plazo es que, desde que se han abierto las fronteras, hemos tenido buena campaña de verano y una buena de invierno. Estamos recuperando la actividad en forma de V.
Un país tan relacionado con Aragón y Cataluña, ¿por qué mira ahora hacia Málaga?
Porque creo que Málaga lo está haciendo muy bien. Después de conocer al alcalde y a la directora de relaciones institucionales de Málaga Tech Park, te das cuenta del camino que está tomando esta ciudad, fruto de una reflexión en la que han buscado romper la estacionalidad. Eso sí, sin olvidar una maravillosa Costa del Sol que ofrece un turismo de clase media alta muy importante que hay que mantener. Pero Málaga tiene más activos, y ahí es donde coincidimos con Andorra. Nosotros tenemos una estacionalidad muy marcada en invierno, con un perfil de turista y residente pasivo que se pueden complementar muy bien, como el ying y el yang. Como esta ciudad es una de las regiones importantes que están apostando por este modelo, hemos decidido fijarnos en ella. Es verdad que por las conexiones estamos más cerca Cataluña o Aragón, pero vamos a donde haga falta, y con gusto lo hacemos viniendo a Málaga.