Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han detenido a cinco personas y han intervenido en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre 750 kilos de cocaína ocultos en un contenedor de piñas tropicales.
La organización desarticulada en esta denominada operación Nariño había constituido un conglomerado de empresas para ocultar la importación de cocaína desde Colombia hasta España y su posterior distribución al resto de Europa. Los agentes han detenido a cinco personas, entre las que se encuentran los administradores de tres sociedades instrumentales, y han acreditado que la organización contaba con infraestructura estable en varios puertos españoles.
La operación, llevada a cabo en Málaga y Valencia, ha permitido intervenir más de 35.000 euros en efectivo, así como numerosa documentación cuyo análisis podría acreditar la existencia de otros posibles delitos como el blanqueo de capitales.
La investigación comenzó el pasado mes de julio cuando los agentes recibieron informaciones procedentes de la Sala Censo, la Sección de Investigación Criminal Diran de la Policía Nacional de Colombia, y del proyecto Seacop de la FIIAPP (Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas). En ella alertaban sobre la llegada a España, concretamente al puerto de Málaga, de un contenedor procedente de Colombia, cargado con mercancía legal denominada "sustrato de coco" entre la que presuntamente se ocultaba cocaína.
Los agentes comprobaron que la organización contaba con una red logística que incluía distintos puntos de introducción y distribución de mercancía. Asimismo, constataron que tanto la empresa importadora desde España, como las personas vinculadas a ella, tenían un amplio historial relacionado con el tráfico de drogas.
Una ruta de prueba
A finales de julio el contendor llegó al puerto de Málaga, si bien no fue hasta 20 días después cuando los miembros de la organización lo recogieron y trasladaron hasta unas instalaciones que habían alquilado en Alhaurín de la Torre (Málaga). En la fachada de la nave habían colgado un cartel en el que constaban datos ficticios, ya que ni el nombre, ni el NIF, ni el teléfono figuraban en ningún banco de datos oficial.
En agosto, los agentes observaron cómo la mercancía era de nuevo cargada y transportada hasta un vertedero de la localidad murciana de Molina de Segura, donde los investigados abandonaron el sustrato de coco importado.
La historia se repite a mediados de septiembre cuando otro contenedor llegó al puerto de Málaga. En esta ocasión, el sustrato de coco no pasó por la nave de Alhaurín de la Torre, sino que fue directamente transportado desde el puerto hasta el vertedero de Molina de Segura. Este hecho permitió a los investigadores concluir que la organización estaba realizando pruebas para comprobar la viabilidad de la ruta para introducir posteriormente sustancias estupefacientes.
Posteriormente, gestiones policiales practicadas sobre la nave ubicada en Alhaurín de la Torre, permitieron observar cómo, a principios de noviembre, unos operarios manipulaban el contenido de unas cajas cuya mercancía legal, supuestamente, eran piñas tropicales.
Por este motivo, se estableció un dispositivo conjunto por el cual los agentes accedieron a las instalaciones de la sede de la sociedad investigada, comprobando la existencia de numerosas bolsas de color negro que, en su interior, contenían paquetes de clorhidrato de cocaína. El dispositivo finalizó con la intervención de 638 bultos que arrojaron un peso total de 747,60 kilos de cocaína.
En ese mismo acto, los agentes detuvieron a un individuo, con un amplio historial delictivo, que se encontraba extrayendo los paquetes de las piñas, así como al camionero que había transportado las piñas hasta la nave. Sin embargo, otro de los investigados logró huir y, actualmente, se encuentra en busca y captura.
Sociedad para introducir la droga
En una segunda fase de la operación, se procedió a la detención de los administradores y gestores de las sociedades instrumentales que utilizaba la organización para introducir la cocaína en España. Asimismo, se solicitó una orden internacional de detención de una tercera persona implicada.
Por su parte, la investigación patrimonial realizada permitió identificar los bienes y ganancias procedentes de la actividad delictiva, pese al intento de ocultación de estos bienes por parte de los implicados, han precisado desde la Policía Nacional en un comunicado.
Como consecuencia de la explotación operativa de la investigación, se realizaron tres registros en la Comunidad Valenciana, fruto de los cuales se intervinieron más de 35.000 euros en efectivo. Asimismo, los agentes localizaron numerosa documentación, cuyo análisis podría acreditar la existencia de otros posibles delitos cometidos por la organización desarticulada, como el blanqueo de capitales.
Hasta el momento, los agentes han detenido a cinco personas -dos ciudadanos españoles, dos italianos y una mujer de nacionalidad rumana-, si bien no se descartan futuras detenciones.