Málaga y sus ciudadanos no han dudado un segundo en ayudar a Ucrania, en guerra estos días tras la invasión de Rusia hace más de una semana. Instituciones, oenegés y personas particulares han actuado rápido ante la dramática situación y se han movilizado para enviar material de primera necesidad. El Club Empresarial IH Málaga se vuelca ahora con la ayuda humanitaria en el conflicto.
El grupo de empresas, pymes y autónomos de la ciudad colabora estos días en varios envíos con rumbo al país en guerra. "Esta semana se puso en contacto conmigo la Universidad de Málaga para decirme que salían unos camiones con carga para Ucrania con bienes de primera necesidad", cuenta María Alonso, confundadora de IH Club Empresarial.
A la hora de empaquetar, los interesados en echar una mano deberán identificar sus donaciones en las cajas con rótulos en ucraniano. En la lista de materiales a necesitar piden medicamentos (ліки); velas (свічки); mecheros (запальнички); cеrillas (сірники); pastillas potabilizadoras (таблетки для дезінфекції Питтевої *-води*); ropa de abrigo (теплий одяг); y linternas (ліхтарі).
Ahora están en el Palacio de Congresos de Málaga donde tienen el punto de recogida. Un malagueño ha decidido desinteresadamente prestarse con su furgoneta para cargar lo que se recoge en la capital. Después lo llevará al Palacio de Congresos de Marbella desde donde saldrán los camiones en un par de días. "Todo el que no puede ir este domingo, puede llevarlo al Palacio de Congresos marbellí estos días", asegura Alonso.
El Club Empresarial IH Málaga no es el único volcado con la situación en Ucrania. La asociación Maydan lleva una semana solicitando ayuda sanitaria para "unirnos todos delante del peligro de la guerra mundial", han dicho a este medio. La agrupación ucraniana en la Costa del Sol ha hecho una lista con los objetos más necesarios en este momento y ha puesto en marcha unos puntos de recogida.
Vicente Jiménez Ifergan también ha un paso más allá y ha viajado hasta la frontera del país para sacar a un grupo de refugiados de la zona de conflicto. El malagueño ha fletado un autobús con 47 plazas para traer a Málaga a familias de refugiados. "No podía quedarme sentado", ha asegurado.
El mundo entero tiembla estos días ante la drástica situación del pueblo ucraniano. Todos ven las noticias con preocupación y cierta impotencia ante los acontecimientos que están llevando a miles de personas a dejar sus hogares y huir de los bombardeos.
El coleccionista de arte fenicio malagueño pensó lo mismo mientras escuchaba el telediario día tras día. "No podemos quedarnos sentados sin hacer nada", se dijo, y en un momento de arrojo, cogió su coche y se trasladó hasta Croacia. Jiménez Ifergan tiene un hijo ucraniano y guarda una estrecha relación con este país.
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