La Junta de Andalucía pone en marcha el contador para la construcción de la tercera planta depuradora de Málaga, bautizada como Edar Norte. Y ello después de haber formalizado con Aquambiente-Dinotec-Sando el contrato para la redacción del proyecto y la ejecución de las obras de esta importante infraestructura.

El paso definitivo de la Administración regional tuvo lugar el pasado 17 de marzo (ha sido publicado este martes en la plataforma de contratación), casi seis meses después de que se diese a conocer la adjudicación del servicio. 

Desde este momento, la alianza empresarial seleccionada para asumir esta actuación dispone de 42 meses de plazo. Un calendario que se desglosa en 6 meses para la redacción del proyecto y de otros 36 meses para la parte correspondiente a la obra. Atendiendo a estos detalles, la Edar Norte no será una realidad hasta, al menos, finales del año 2025.

La propuesta ganadora del concurso público impulsado en su momento por la Junta eleva a 86,7 millones de euros (casi 105 millones con IVA) el coste final de estas instalaciones. Esta planta será la encargada de tratar las aguas de localidades como Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Cártama y núcleos de Málaga capital, logrando con ello aliviar de carga a la planta del Guadalhorce.

Esta planta trata las aguas de Torremolinos, Alhaurín de la Torre y de varias pedanías de Málaga capital al norte como Campanillas, Maqueda o Santa Rosalía. Pero, según los datos de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), las instalaciones se encuentran al límite de su capacidad.

La ejecución de esta instalación es clave, además, para que España pueda responder a las exigencias que desde hace años viene realizando la Unión Europea en lo relativo a la depuración de aguas residuales. El incumplimiento de esta directiva hace que el Estado español esté afrontando el pago de multas millonarias. En concreto, que Alhaurín el Grande siga sin tratar sus aguas se traduce en una penalización de unos 630.000 euros por cada semestre.