Lucía Guirado y Ramón de la Cuesta García-Vaso fueron dos de los primeros alumnos deAnimum Creativity Advanced School en Málaga. Ambos hicieron el máster de animación de personajes 3D y en la actualidad trabajan para Sony Pictures. Han participado en películas como la oscarizada Spiderman: Un nuevo universo, Hotel Transylvania: Transformanía, Mowgli, Angry Birds o Bob Esponja: al rescate.
La escuela de formación online, creada en Málaga hace 15 años, y con productora propia fue nombrada el año pasado la mejor en animación 3D de habla hispana y la quinta del mundo, según la lista de mayor prestigio en la industria de la animación y los videojuegos conocida como Rookies World School Rankings. Más de 500 centros y universidades de todo el mundo peleaban por estar en lo más alto de la clasificación.
Alrededor de 600 alumnos acceden cada año a sus posgrados y cursos de arte y diseño, producción 3D (modelado, animación de personajes, infografía, arte 3D para videojuegos) y postproducción. "Hay bastante lista de espera, y también hay un porcentaje entre el 10 y el 15% de gente que no supera los objetivos y no saca su título", señala Roger Giménez, director académico de la escuela desde 2009.
Una pequeña mili
El éxito en Animum supone, en palabras de Giménez, "una inversión de tiempo, esfuerzo y dedicación muy grande". "Te hablaría hasta de lucha. Se lo decimos a los alumnos. Es una pequeña mili, algo duro. Los convertimos en profesionales y para nada es un viaje fácil", deja claro durante una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Un equipo multidisciplinar de 200 profesores los atiende y los enseña. Se trata de docentes que trabajan en Sony, Pixar o Disney. "Son profesionales de la industria. Tratamos de captar siempre a los mejores. Tenemos a muchos de los mejores", asegura el director académico. La formación de los alumnos es "una suma de muchas actividades muy diversas", cuenta David Plaza, fundador y CEO de Animum.
Plaza pone el ejemplo del máster de animación para explicar cómo funcionan: "En ese programa participan durante un año y medio distintos tutores, profesionales, que le van acompañando al alumno en distintos momentos del aprendizaje. Van resolviendo dudas, explicando conceptos, desarrollando técnicas y corrigiendo en una comunicación one to one, alumno-tutor, de forma semanal. Hay un compromiso de trabajo constante entre el alumno y el profesor".
Semanalmente se reúnen docente y alumno, y se trata de una atención muy personalizada. Cada profesor puede tener entre tres y diez estudiantes. "Funcionamos a través de una plataforma online, exclusiva y diseñada por nosotros. Las lecciones empiezan los domingos por la tarde. Se activan una serie de direcciones que el alumno verá. Esas videolecciones duran entre una y cuatro horas. Durante la semana tienes tiempo para verlas, y hay una sesión de preguntas y respuestas con un profesional del sector donde el alumno plantea dudas", aclara Giménez.
Las tareas semanales las corrige un tutor en un vídeo en diferido. "Durante media hora revisa todo lo que has hecho y te va diciendo lo que debes mejorar. Te entrega esa corrección por vídeo y la corriges la próxima semana, a la vez que ha empezado una nueva lección. Cada módulo tiene 10 lecciones. Y depende del curso, posgrado, tendrás más o menos módulos", cuenta el director académico.
Educar en 25 países
Animum Creativity Advanced School soplará las velas de su 15 cumpleaños este 2022. Desde su creación ha cambiado "muchísimo". "Empezamos cuatro personas. Después se sumó Roger. Ahora somos 30. Pasamos de una formación exclusiva en Málaga a educar en más de 25 países", destaca el SEO de la escuela con alumnos que han participado en películas ganadoras de un Oscar como la última de Spiderman.
Plaza habla de "un crecimiento sostenido y gradual durante todos estos años". Giménez se sumó al proyecto en 2009. "Empezamos con un el máster de animación, y teníamos a 15 o 20 alumnos. Ahora tenemos un montón de cursos y de posgrados. Hemos sextuplicado la plantilla y la forma de trabajar se ha profesionalizado mucho más", recalca.
El reto cuando abrieron la escuela en 2009 era "conseguir desde Málaga desarrollar un proyecto de formación que tuviera peso a nivel internacional, sin ser la ciudad un hub de desarrollo empresarial o un centro en el que se instale la industria de la animación y los videojuegos", recuerda Plaza.
"La única forma de poder acceder al talento internacional, que participase en nuestros programas formativos, era abrirnos a la docencia online. Nos permitía sistematizar muchas de las actividades de la formación. Estas personas trabajan en los estudios. Se lo queríamos poner muy fácil para que colaboraran con nosotros", relata el fundador de la escuela, cuya plataforma de contenido académico une a profesores y alumnos de todas partes del mundo.
Para la escuela, es "un orgullo" estar tan arriba en el Rookies World School Rankings, el más prestigioso de su sector. "Evidentemente sentimos la presión, pero trabajamos muchísimos para mantener el nivel", asegura Giménez.
El sector de la animación
Según Plaza, el cine de animación tiene "un peso muy relevante para la proporción que representan en el número de producciones". "Lo que se hace en el mundo respecto al número de títulos que se lanzan es muy pequeño, y sin embargo tiene un peso importante. La animación donde mejor funciona es en un público infantil. El interés del público generalista no se centra en animación porque no hay demasiados títulos. En el momento en el que productoras apuesten más los premios de los certámenes sólo serán un eco de la industria", asegura.
El director académico defiende que "muchos de los taquillazos mundiales son películas de animación: El rey león, Los Increíbles, Madagascar". "Las familias van a tropel a verlas con sus hijos. Las nuevas plataformas están cada vez más llenas de dibujos animados. La industria del videojuego es tan grande como la industria de las armas. Son sectores un poquito desplazados por dirigirse a un público más joven, pero con trabajo por un tubo", sostiene.
La clave para trabajar en este sector, según el CEO de Animun, "aparte del talento es trabajar y sacrificarte mucho, sobre todo en los años de formación, pero merece la pena". Para entrar en la escuela malagueña hay "bastante" lista de espera, "y también un porcentaje de entre el 10 y el 15% de gente que no supera los objetivos y no saca su título de Animum", se lamenta.
Aún así, a todos aquellos que sueñan en trabajar en estudios como Disney, Pixar o Disney, Jiménez aconseja que la persona en cuestión lo tenga claro. "Uno debe plantearse si es lo que le gusta hacer. Eso es un gran paso. Si otros han podido tú también puedes. Parafraseando a Remy de Ratatouille: "Todo el mundo puede cocinar". Yo les digo a mis alumnos que todos pueden ser animadores, modeladores de personajes. Hay trabajo para aburrir", asegura.
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