La precampaña se va calentando. A una semana del inicio oficial de la carrera para el 19-J, Vox desembarca en Málaga con toda la caballería. A la candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, Macarena Olona, se le une Santiago Abascal, que este viernes protagonizarán un acto en la capital. El objetivo, mostrar músculo en la provincia y apoyar abiertamente la gestora de Antonio Sevilla, concejal de Torremolinos.
Aunque los líos internos no han acabado de desaparecer, desde la llegada de Sevilla a la presidencia del partido en Málaga la temperatura ha ido bajando. Él llegó a este puesto gracias al nombramiento desde la directiva nacional. El contexto de su llegada fue ciertamente traumático.
Un largo y poco elegante proceso de primarias acabó con José Enrique Lara, el fundador de la formación en Málaga, fuera de todos los cargos. Hizo lo imposible por aferrarse, pero entendió que ya no era su lugar. Las elecciones las ganó un desconocido militar, Enrique de Vivero.
Este legionario retirado tardó poco en salir por piernas. Dijo no tener la confianza de la directiva nacional y se fue expulsando demonios contra la formación. Al poco tiempo recaló en un partido a la derecha de Vox, TuPatria, aunque recientemente anunció públicamente su apoyo a Juanma Moreno. Un regalo envenenado y sin ninguna relevancia por parte de los populares.
Sevilla se enfrentaba entonces a una difícil empresa. Desde su cargo de concejal en Torremolinos, reconstruyó, no sin muchos problemas, una estructura orgánica hasta el momento casi inexistente. Vox en Málaga era más ruido que nueces. Sin embargo, en el último año ha creado una red de cargos que muestran un cierto poderío del partido de Abascal.
Tuvo, cómo no, nombramientos que le salieron rana, como el del empresario famoso por lanzar al mercado Pigdemont, Alberto González. De primeras salió a la palestra por borrar tuits insultantes contra Echenique o Iglesias, pero es que al poco tiempo fue cesado por carta. En su biografía de Twitter reflejaba "excoordinador de Vox Mijas, cesado por tener principios".
Pero Sevilla tiene ahora la confianza absoluta de Madrid en estas elecciones. No obstante, será cabeza de lista de la formación de Abascal el próximo 19-J. En 2018, Vox consiguió dos escaños con 72.455 votos, siendo la quinta fuerza más votada con el 11,51% de los sufragios.
Así, aparentemente el fuego interno se ha sofocado, entre otras cosas por una salida de militantes: unos al PP, otros a TuPatria, otros directamente desencantados. Pero el tiempo ha apaciguado la mayoría de los frentes abiertos y Sevilla contará con el apoyo de Olona y Abascal este viernes en Málaga.